La fiesta de Sucot simboliza la alegría. Es una fiesta maravillosa, agradable, fácil y sencilla que gusta mucho a la gente. Aunque requiere una preparación avanzada, está impregnada de un ambiente de alegría. ¿Por qué?
En primer lugar, tras la autoexaminación, después de recibir la Torá en Shavuot, el 9 del mes de Av, nos vimos destrozados (esto también se simboliza con la ruptura de las tablas). Luego llegamos al reconocimiento del mal, y en el Año Nuevo Judío (Rosh HaShaná) decidimos que debemos corregirnos.
Luego llegó el Día de la Expiación (Yom Kipur). En el lenguaje de la Cabalá, esto se describe como el abrazo de las líneas derecha e izquierda, la manifestación de las cualidades del juicio (Dinim) y la misericordia (Jasadim), la dulcificación.
Luego, finalmente, llega la festividad de Sucot, correcciones especiales, cuando ya puedo tomar mis deseos y elevarlos al otorgamiento. El símbolo de este proceso es la Sucá (una cabaña). Todo es extremadamente sencillo: Utilizo los deseos más simples,”desechados”, representados por las ramas y las hojas de la cabaña.
No hay nada en ellos, pero con ellos construyo un hogar temporal, un toldo que da al menos algo de sombra sobre mi cabeza. Está hecho de cosas que no tienen ningún valor y que se pueden encontrar en todas partes.
Una vez que he construido este estado, este refugio temporal, puedo regocijarme dentro de él. Por lo tanto, simboliza la vasija espiritual (Kli) en la que recibo la luz. El dosel es un símbolo de la pantalla (Masaj). No quiero recibir la luz directamente, la sombra debe prevalecer significativamente sobre ella para que apenas se abra paso a través del techo.
Me alegro de haber formado una pantalla sobre mí que me permite ocultar la abundancia superior y permanecer en las sombras. Yo mismo (aunque, por supuesto, con la ayuda de la luz que reforma) puedo esconderme de los placeres en una vasija espiritual.
Entonces el proceso continúa. Me corrijo una y otra vez en mis vasijas (deseos) crecientes, estoy con ellos en una “cabaña”, es decir, puedo abrirlos y utilizarlos con la ayuda de la cubierta.
Entonces llego a la fiesta de Simjat Torá (La alegría de la Torá). La Torá es la luz que reforma que recibí en Shavuot. Utilicé esta fuerza para corregir las vasijas y ahora salgo de la cabaña. En otras palabras, tengo una pantalla ilimitada y ya no tengo que ocuparme de la cubierta.
La salida de la cabaña simboliza el hecho de que a partir de ahora soy libre de vagar por toda la realidad, por todo el mundo. Ya no es necesario construir una pantalla sobre mi cabeza porque ahora está dentro de mí. Estoy en una vasija autocorregida.
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