La inducción espiritual

sidur_rashash_100_wpBaal HaSulam, en el libro Beit Shaar HaKavanot (La base de las intenciones), explica que la intención depende de los deseos que no tienen una pantalla (Kelim de Igulim).

Es decir, depende de cuánto seamos capaces de entender que estamos bajo el poder de estos deseos y de cuánto queramos construir, a partir de ellos, unos deseos con una pantalla (Kelim de Yosher).

La pantalla (una fuerza anti egoísta) aparecerá sólo si quiero construirla y comprender en qué parte de mis deseos está “la cabeza” y dónde están “los pies”, qué es para mí más importante y qué menos.

Si quiero trabajar en “la línea recta”, con la pantalla, entró en colisión con los deseos “De Igulim”.

Entre nosotros surge una tensión porque queremos establecer una nueva escala de valores, no según los “Igulim”, sino según el “Yosher”, la pantalla anti egoísta. Entonces los Igulim empiezan a influir sobre mí y a empujarme de tal manera que, como resultado, me ayudan a llegar allí donde debo llegar.

Si quiero moverme, necesito una pantalla. Y si quiero recibir una pantalla, me muevo justo por cuenta de los deseos “De Igulim”, que actúan sin pantalla. Entonces resulta que introduzco mi “línea” en el campo de los Kelim De Igulim, como si moviera un trozo de cable en el campo magnético. A través de él, empieza a pasar la corriente eléctrica, la Luz, según las leyes de la “inducción” espiritual.

Si quiero que todos mis deseos sean orientados en la misma dirección (al Creador), con esto construyo mi “línea” (el deseo con la pantalla) dentro de los “Igulim”. Esto se llama intención o plegaria. Baal HaSulam escribió el libro Beit Shaar HaKavanot (La base de las intenciones) como el prefacio al libro de oraciones cabalísticas, el cual quería escribir después.

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