¡Tenemos motivos para regocijarnos! Se basa en el hecho de que nos acercamos al punto en el que podemos elevarnos por encima del deseo egoísta y conectarnos con el deseo de otorgamiento, es decir, con el Creador. Entonces recibiremos toda la luz Superior que nos traerá alegría.
Así estamos diseñados, por eso todo aquel que quiera alcanzar la verdadera alegría debe conectarse con amigos y con el Creador, de allí recibirá la Luz de la alegría que lo colmará. La alegría puede ser una cuestión material y puede ser espiritual, todo depende de qué deseos llenemos; con alegría material, llenamos nuestros deseos de recibir placer, pero con alegría espiritual revelamos y llenamos los deseos de otorgar, y la diferencia entre estos dos tipos de deseos es como entre el cielo y la tierra.
Al recibir placer espiritual, nos sentimos por encima del tiempo, el espacio y el movimiento, no hay tiempo, lugar, movimiento, ni cambios.
Simplemente nos elevamos por encima de la materia, por encima de nuestro mundo material, incluso por encima de nuestro yo material y esto nos da una fuerza tremenda para continuar nuestro viaje hacia el Creador.
Esperemos que todos logremos alcanzar tal alegría espiritual.
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