Sentir tu insignificancia es una sensación grande y honorable, porque inclinas la cabeza ante un poder superior. Y por supuesto es importante para qué propósito y con qué medios lo haces.
Por otra parte, está escrito: “Y su corazón era alto en los caminos del Señor”. Es decir, debes estar orgulloso, incrementar tus deseos, oportunidades y medios para avanzar ¿cómo se complementan esas dos direcciones?
En realidad, ambas nos llevan a la misma meta. No hay una sola propiedad en el hombre que contradiga el logro de la meta. Pues, procedemos de un estado perfecto de fusión con el Creador, donde estuvimos el primer punto de la creación.
El Creador nos dio a luz como un punto negro, inmerso en la luz superior infinita. Y a partir de este punto comenzamos a desarrollarnos, porque la luz entró en este punto oscuro opuesto a la luz, “creado a partir de nada”.
Todas las propiedades inherentes a nosotros fueron formadas en la colisión entre la luz y el deseo egoísta. Por eso, en la realidad no hay nada, excepto la oposición entre egoísmo y otorgamiento, luz y oscuridad, propiedades del Creador y propiedades de la creación.
Por eso, sólo necesitamos corregir nuestra actitud y regresar al estado previo. Para lograrlo, descubrimos la fragmentación, lo opuesto a la luz y nos sentimos distantes y confusos. Pero al mismo tiempo, tenemos toda la información para reunirlo como juego de niños, ensamblar piezas de lego y poner cada parte en su lugar.
Además, tenemos la fuerza superior que influye en nosotros y los cabalistas del pasado, a nuestro alrededor nos ayudan, con qué más lo revelaremos. Y dentro de este círculo está nuestro grupo mundial Bnei Baruj y dentro de él están nuestras pequeñas decenas. Y todo esto está dentro de un sistema que funciona, sano y se restaura.
[291615]
De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 27/dic/21, Shamati 230 “El Señor es Altisimo y los inferiores lo verán- 2”
Material relacionado:
Cómo identificar la Luz Superior
¿Por qué no sentimos la Luz Superior?
Cómo atraer la Luz Superior