Recibí una pregunta: En nuestro mundo, estamos acostumbrados a pensar que el progreso se expresa siempre a través de acciones proactivas. Pero las acciones de las que usted habla se parecen más a una reflexión interior, a una meditación en la cual lo único que debemos hacer es percibir el mundo de manera diferente. ¿En ese caso, cómo expreso alguna actividad?
Mi respuesta: Su actividad se expresa en sus deseos. Después de todo, no existe nada en la existencia además de sus deseos. Nuestro cuerpo no es otra cosa sino un animal que pasta en el campo para sobrevivir. Entre más acciones realice más allá y por encima de lo que necesita este animal para su supervivencia, más se verán menoscabados sus esfuerzos interiores por comprender quién es usted, en dónde se encuentra, la razón de su existencia y lo que ocurre con el mundo que lo rodea. Realmente, eso es la reflexión interior.
Si en lugar de intentar profundizar en usted mismo de esta forma, pasara el tiempo en diversas acciones mecánicas, entonces se estaría despojando de sus esfuerzos interiores y como resultado se dañaría usted mismo y al mundo. Lo único que tiene que hacer una persona en este mundo es realizar aquellas acciones que sean vitales para su cuerpo, mientras que consagra en resto de su tiempo a su desarrollo interior. Así es exactamente como se logra la armonía con la Naturaleza y ella nos empujará a conservar esta misma armonía.
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