La muerte lenta del antiguo orden global

Dr. Michael LaitmanOpinión (Robert W. Merry, editor político de The National Interest y autor de libros sobre la historia de Estados Unidos y la política exterior): «En la primavera de 2012, The National Interest produjo una edición especial bajo el título de ‘La crisis del antiguo régimen: El desmoronamiento del Status Quo en el hogar y en el extranjero’. La tesis era que la vieja época de estabilidad global relativa, forjada a través de los crisoles de la Gran Depresión y de la Segunda Guerra Mundial, estaba desintegrándose. Al presentar el amplio tema a los lectores, el editor de TNI escribió, «Sólo a través de una perspectiva histórica podemos entender plenamente los profundos avances de nuestro tiempo y recoger, tal vez sólo vagamente, hacia dónde nos están llevando. Una cosa es clara: que están llevándonos a una nueva era. La única pregunta es cuánto desorden, caos y derramamiento de sangre habrá en la transición desde el Antiguo Orden a aquello que surja para reemplazarlo».

«Lo más preocupante de todo esto es que los líderes nacionales de la actualidad parecen completamente carentes de cualquier conocimiento serio de cuán peligrosa es la situación mundial. Pfaff… [William Pfaff, analista geopolítico a largo plazo para el International Herald Tribune] observa con un poco de alivio de que el mundo no se ve acosado en estos días por las dictaduras ideológicas en marcha o por cualquier nueva ola del totalitarismo. Los problemas de hoy, dice él, son solo la confusión, la incompetencia y el desorden intelectual y moral». Y agrega: «Pero estos son lo suficientemente malos, en un mundo con exceso de armas».

«Para ponerlo en la perspectiva histórica, vale la pena señalar que ahora miramos hacia atrás con un cierto desdén a los jefes de estado que luchan con los acontecimientos que llevaron a la Primera Guerra Mundial. Estos hechos pusieron fin a un siglo de relativa estabilidad y paz en Europa, y los hombres que dejan que la gran época pase, son vistos en la historia como desafortunados, como faltos de realismo, incluso estúpidos. De hecho, ellos no fueron estúpidos, sino que les faltaba realismo y eso hizo que fueran desafortunados al encarar eventos que no comprendían».

«El presidente Obama y los que lo rodean tampoco son tontos, pero ellos no parecen entender la naturaleza de nuestro tiempo y los desafíos planteados por una época en declive. Parecen incapaces de lidiar con el tipo de preguntas históricas generales planteadas por William Pfaff».

«Pero el problema no reside sólo en la actual administración. Parece que en juego hay un espíritu de la época que retarda la capacidad de nuestros líderes e intelectuales para comprender la naturaleza transformadora de nuestro tiempo y, por tanto, los estragos que aquejan al mundo. …»

«Seriedad es lo que exigen los tiempos. Estamos viviendo una crisis del viejo orden, y ésta exige nuevas formas de pensar, nuevas precauciones, una nueva comprensión de los profundos desafíos de este fecundo interregno histórico».

Mi comentario: El problema es que todos escriben correctamente sobre el actual estado de confusión, debido a que lo sienten y lo entienden, pero nadie habla de las oportunidades para salir de él, porque nadie tiene el conocimiento, el método o la visión de cómo hacerlo.

Sólo después de que los líderes tomen conciencia de su completa falta de comprensión e incapacidad de orientarse en una situación dada, serán capaces de implementar la reeducación integral. Ésta expandirá su percepción de la realidad y verán las causas de lo que está pasando, entonces serán capaces de participar en la toma de decisiones.
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