La plegaria es nuestra arma

Pregunta:

Nuestra única arma es la plegaria, honestamente, no sé cómo rezar, me parece que incluso en la decena, no rezamos como deberíamos; más aún, si constituye nuestra base, tendría que hacerse idealmente como lo hizo el cabalista.  

Respuesta:

No es así de sencillo, lo más importante es la plegaria. Al final de todos tus esfuerzos hacia el Creador, a Él solo se le alcanza únicamente a través de la plegaria, de cuánto lo exaltas a Él. 

 

Así como por ejemplo, tu futuro en el trabajo depende de tu jefe y le haces una petición a él diciéndole lo que quieres, por qué y cómo. Tienes que articular esta solicitud en la plegaria. 

 

Inténtalo con tus amigos, y el Creador, como quien gobierna todo el mundo, tomará esa plegaria y decidirá lo qué hacer con ella; Él pudiera decir que estos tontos tienen que esforzarse un poco más, se tienen que encontrar ellos mismos, anularse mutuamente y así sucesivamente; y de este modo es como irás progresando.  

 

Se dice: “Dios quiera que yo rece todo el día”, porque durante la plegaria, haces un examen de tí mismo, te corriges, surge una pregunta, luego otra, después una tercera, una cuarta y gradualmente, todas se juntan en una sola. Esto es lo que necesitas descubrir. Pero no ha de llegar de los libros ni de los demás, sino de lo profundo de tu corazón. 

 

Pregunta

 ¿Qué nos dirían hoy Rabash y Baal HaSulam? ¿Qué consejo nos darían? 

Respuesta:

Ellos dirían solo una cosa: “¿Dónde está tu petición? Tienes un encargado, ¿Dónde está tu solicitud?” y no lo hacemos. 

Sugerimos la siguiente lectura:     La única arma es la plegaria

 

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