Debemos recordar que toda la sabiduría de la Cabalá se basa en asuntos espirituales que no ocupan tiempo ni espacio. No están sujetas a cambio o ausencia y todos los cambios de los que se habla en esta sabiduría no implican que la primera forma se ausente y sea reemplazada por una forma diferente. El cambio anterior implica más bien una forma adicional, mientras que la primera no se mueve de su lugar (Baal HaSulam, El Estudio de las Diez Sefirot).
Pregunta: ¿Qué es esta realidad espiritual que no tiene ni tiempo ni espacio? ¿Cómo se puede imaginar de forma práctica, no filosófica?
Respuesta: El Creador creó el deseo. El deseo en sí mismo se llama “lugar”, y la cosa que desea es la “plenitud”.
La plenitud es la luz que llena un deseo, que se siente vacío. Y una vez que está lleno de luz, se siente a sí mismo como perfecto.
Toda la creación se compone de estas dos sustancias, el lugar y la plenitud.
Pregunta: ¿Cómo debemos imaginar esto? ¿Debemos imaginar que esto ocurrió hace tiempo o que está ocurriendo ahora?
Respuesta: Lo mejor es imaginar que ocurrió en el pasado. Tal como escribió el Ari: Sabed que antes de que los seres emanados fueran emanados y los seres creados fueran creados, una luz superior y simple había llenado toda la realidad.
¿Qué significa la realidad? Significa un lugar. Entonces el Ari explica que es el deseo de sentir la luz como plenitud. La cualidad de la luz es llenar este deseo para darle placer.
Todo esto ocurría antes del Big Bang, antes de que apareciera nuestra realidad corpórea.
Te puede interesar: Percibiendo la realidad de la vida