En las noticias (aljazeera.com): “La resolución, adoptada por el gabinete de 58 países de la agencia cultural de Naciones Unidas la semana pasada, condena la administración del gobierno israelí y deplora la renovación de los “llamados baños rituales judíos” y la supuesta creación de “falsas tumbas judías”.
“Los sitios son nombrados con nombres árabes o ingleses o, en el caso de la plaza del Muro de los lamentos, el sitio más sagrado donde los judíos oran, lo escriben entre comillas.
“El Muro de los lamentos, está en la vieja ciudad histórica de Jerusalén, la cual fue ocupada por Israel junto con el resto de Cisjordania y la franja de Gaza, en 1987, durante la guerra del medio oriente, aun cuando el parlamento israelí, la Knesset, aprobó la Ley de Jerusalén, que en 1980 declaró a la ciudad ‘completa y unida’.
“Sin embargo, la mayoría de la comunidad internacional -incluyendo Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU- no reconocen el reclamo de Israel por la soberanía sobre el este de Jerusalén”.
Mi comentario: El pueblo judío surgió en la antigua Babilonia bajo el liderazgo de Abraham, con la unión de diversas familias, clanes y tribus. Acordaron convertirse en una sola sociedad cuyo propósito fue alcanzar la relación de “Y amarás a tu amigo como a ti mismo” (Levítico 19:18). En esa relación, entre la gente, se manifestó la propiedad de amor que dirige el mundo. La característica es llamada, el Creador.
Como resultado del egoísmo que nos domina, existimos dentro de la propiedad de amor, como en una burbuja impenetrable. Dentro, sentimos nuestro mundo en su egoísmo. La Cabalá nos llama a unirnos a pesar de nuestro egoísmo, para traspasar la membrana de esa burbuja y descubrir para nosotros el mundo superior eterno y perfecto.
La humanidad subconscientemente espera la unificación del pueblo judío para que muestre el ejemplo (para que sea una luz para los pueblos del mundo) de cómo es posible unirse en un mundo integral. Mientras no cumplamos esta Mitzvá (mandamiento) de llevar al mundo entero a la unidad con el Creador, el mundo nos odiará. Mientras más rechacemos nuestra misión, más seremos testigos del odio cada vez mayor del mundo, hacia nosotros.
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