Por un lado hay una unión del lenguaje, el silencio. Por otro lado, hay un gran deseo de hablar, de difundir. ¿Cómo podemos combinar estos dos grandes deseos?
Respuesta:
Primero debe existir el deseo de unirse en decenas, luego en centenas, en millares. Si las personas tienen esa oportunidad, deben ampliar el círculo en el que se encuentran cada vez más y más hasta que todo este círculo incluya a toda la humanidad.