Comentario: La venganza es algo a lo que una persona está dispuesta a dedicar toda su vida.
Mi respuesta: La venganza es el mayor regalo para el egoísmo.
No hay mayor placer para el egoísmo que el triunfo sobre otro egoísmo que lo humilló y que ahora le devuelve cien veces, y así demuestra su victoria, su superioridad y su triunfo.
Esto es lo más agradable para nuestro ego, y yo diría, lo más opuesto a lo espiritual. Es muy difícil hacer algo contra esto. El sentimiento de venganza se asienta subconscientemente en nosotros.
Desde arriba, se elegirá a alguien especialmente para ti que te molestará y pinchará tu ego. Todo el tiempo, inevitablemente volverás a imaginar todo tipo de escenas de humillación de esta persona y tu triunfo sobre ella donde vendrá a admitir su insignificancia, su error, delante de ti.
Y solo un trabajo serio sobre uno mismo puede corregirlo parcialmente y de alguna manera, suavizarlo.
Comentario: Pero cualquier héroe en una historia debe ganar en última instancia, obtener la ventaja, demostrar su asunto, y tomar venganza, etc.
Mi respuesta: Este es el “final feliz” americano.
Pregunta: ¿Cómo debe ser esto en nuestro desarrollo espiritual?
Respuesta: Debemos aceptarlo todo como si viniera del Creador y no de alguna persona. Es el Creador quien nos establece; es Él quien nos enseña tal lección a través de alguien y debemos amar a este alguien, a este sujeto, y llevarnos bien con él. Cuando el mal se manifiesta, trata con el Creador.
Pero no es fácil. En realidad, es un problema muy serio.
Pregunta: ¿Así que se manifiesta cuando una persona ve algún tipo de malicia, un defecto en un amigo?
Respuesta: Sí, el Creador hace esto a propósito en este vasto teatro de la vida, y cada uno de nosotros debe entender que toda la humanidad son partes de nuestra alma y el hecho de que los vea opuestos a mí es solo porque no quiero conectarme con ellos; todavía no entiendo que son mis partes integrales. Es decir, el problema está en mí.
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