El Zóhar y toda la sabiduría de la Cabalá, se refiere a estas fuerzas internas que se encuentran dentro de nosotros

Al leer El Zóhar, encontramos algunas definiciones que no entendemos. Gradualmente, las entenderemos, pero de hecho esto no es tan importante. 

Se puede comparar con un niño pequeño que observa tantas cosas desconocidas para él a su alrededor y se enfrenta todo el tiempo a algo nuevo.  

Ni siquiera sabe por qué es necesario, sino que de forma puramente instintiva, burda y sin saber cómo, se familiariza con el mundo. 

Así, no hay necesidad de sentir miedo de no entender algo de lo que leemos y de no saber cómo uno está conectado con otro.

Solo tenemos que escuchar, estar en contacto con el texto y arder en el deseo de entender, pues es la única forma de conocer el mundo, tanto el nuestro, como el espiritual. 

Cuando leamos más tarde la Torá, veremos de dónde llegan todas estas imágenes y por qué un nombre se menciona después de otro y todo tipo de citas.  

Ya entenderemos de qué acciones espirituales y cualidades estamos hablando, cuál fuerza actúa en qué fase  —José, Jacob, Abraham o Moisés.

El Zóhar y en general, toda la sabiduría de la Cabalá, se refiere a estas fuerzas internas que se encuentran dentro de nosotros. Gradualmente empezamos a familiarizarnos con nuestras cualidades. 

Conforme se desarrollan, tenemos la oportunidad de trabajar con ellas, organizarlas y utilizarlas correctamente. 

Al final, la medida de la fuerza de vida de una persona en la espiritualidad, se calibra según cuán familiar es este mundo para ella, por sus capacidades y su nivel de conocimiento.  

Entre más aprendamos y sintamos, más significativa será nuestra vida espiritual, el grado de nuestra conciencia y existencia. Así es como iremos avanzando.

 

Adentra más  El lugar donde termina la psicología y comienza Cabalá

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *