Pregunta: ¿Un persona realmente sabe lo que quiere?
Respuesta: Nunca sabe. Pregunta a las personas ancianas y te dirán, “Ni siquiera nos dimos cuenta de cómo pasó la vida y qué hicimos con ella. Y de pronto de deslizó de nuestras manos. Me recuerdo a los 20 y un poco a los 30, y las últimas tres o cuatro décadas, ni siquiera las recuerdo”.
Pregunta: Pero es posible vivir con consciencia ¿Qué evita que lo hagamos? ¿Supongamos que cuando era un niño mis padres me hubieran dicho, “Presta atención a ti mismo, estás hecho de deseos”?
Respuesta: ¡Si sólo nos hubieran preparado cómo comprender el mundo en la forma corregida! ¡Si sólo la familia y la escuela nos hubieran preparado, entonces hubiera sido diferente! ¿Dónde están esa familia y escuela? No existen.
Mis padres no sabían cómo educarme, no les enseñaron en la escuela, y ellos tampoco me enseñaron. Los resultados son: viví mi vida sin saber cómo vivirla, y eduqué a mis hijos también sin saber cómo educarlos, y ellos están educando a mis nietos también sin saber cómo.
De esta manera vamos de generación en generación. Si observas a la humanidad desde un costado ¡Observas que nuestro comportamiento no corresponde para nada a nuestra inteligencia, nuestra habilidad interna! ¡Mira cómo nos desperdiciamos!
Por lo tanto, el problema principal con la humanidad es la educación. Si educáramos a una generación correctamente, entonces corregiríamos a toda la humanidad, cambiaríamos toda la vida en la faz de la tierra.
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(De KabTv, “Charlas con Michael Laitman”, 3 de noviembre del 2012)
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