Cuarenta y seis estados de Estados Unidos han anunciado que diseñarán un programa de educación unificado, que abarque desde el jardín de niños hasta la escuela preparatoria. La meta es crear un modelo apropiado para instituciones de nivel superior en todo el mundo. El principal indicador de éxito será «competitividad en el plano internacional».
Mi comentario: Este programa podría, a fin de cuentas, extinguir totalmente la ingenuidad de los niños. ¿Por qué nuestras escuelas no alcanzan el éxito?
Con el surgimiento de la producción en cadena en el Siglo 19, cuando el hombre y la máquina se suplían y reemplazaban, su creador, el ingeniero estadounidense, Frederick Taylor, ubicó la organización del trabajo de la máquina y del ser humano en la misma posición.
Los obreros necesariamente se convirtieron en accesorios reemplazables de una maquinaria.
Después de la invención de la cinta transportadora de Henry Ford, hubo necesidad de entrenar a los obreros para trabajar con mayor velocidad como si se tratara de una cadena transportadora humana.
Fue esta necesidad que impulsó la formación del sistema moderno educativo en las escuelas: la división en etapas llamados «grados» en donde los niños se agrupan por edades. Se establece que los niños deben pasar de un grado a otro en el tiempo establecido. Cada clase tiene un supervisor, un «maestro», segmentos precisos de tiempo, campanas, recreos, etc.
El resultado han sido escuelas que se han aislado de la vida, creadas con el propósito de preparar obreros parecidos a los soldados intercambiables del ejército de Federico el Grande. El principio de educación ha permanecido el mismo hasta nuestros días. La escuela proporciona muy pocos conocimientos (los graduados salen de la escuela reteniendo tan sólo 5% del programa de enseñamiento) pero no forman a un niño para convertirse en una persona.
Este es el núcleo de los problemas de la sociedad: la educación que les damos a nuestros hijos determina la sociedad que creamos.
Material relacionado:
Las escuelas deberían enseñar a los niños a convertirse en seres humanos
La meta de la educación debería ser la perfección y la equivalencia con la Naturaleza
¿Que podemos enseñar a nuestros hijos?
Lección 4, Congreso en Nueva York 2009