Hasta ahora, hemos aclarado los tres fundamentos de la sabiduría. El primero es la luz y la vasija, donde la luz es una extensión directa de Su ser, y la vasija es la voluntad de recibir (Baal HaSulam, Prefacio a la Sabiduría de la Cabalá, Punto 17).
La luz viene del Creador y cae en cascada a través del sistema de mundos, Partzufim y Sefirot a medida que se debilita gradualmente hasta que alcanza el grado más bajo donde ya está completamente oculta.
El Kli es una vasija que gradualmente revela la luz, y así la pasa desde arriba desde el Creador Mismo a los niveles más bajos.
El segundo concepto fundamental de la sabiduría de la Cabalá según Baal HaSulam son las diez Sefirot y los cuatro mundos.
Mientras cae en cascada desde el Creador hasta nuestro mundo, el más bajo de los mundos, la luz pasa a través de diez etapas de debilitamiento y ocultamiento, llamadas los grados de cascada. Los estudiamos para poder elevarnos desde el grado más bajo, en el que emergemos, hasta el más alto, que finalmente tenemos que alcanzar, estos son los grados de ocultación.
Muchos grados de ocultación, se conectan sucesivamente entre sí y forman una escalera llamada mundos.
Se conectan entre sí, cada uno de diez grados en un grado mayor, luego de diez en diez en grados aún mayores y así sucesivamente hasta alcanzar el grado más alto.
Los medimos de diferentes maneras. Hay dimensiones en las que toda la escalera del logro consta de 625 peldaños; hay otras con más y menos peldaños. En general, depende de cómo las midamos.
Pero lo principal es que el grado más alto es el Creador, el más bajo es el nivel más bajo de nuestro mundo, la ocultación. Todos estos grados de arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba indican que en cada uno de ellos hay seres creados y la luz que los llena.
En principio, hay cinco tipos principales de ocultación, es decir, cinco mundos, cuyos grados se dividen en cinco, y cinco más, y así sucesivamente.
Artículo interesante La relación entre la vasija y la luz en la Cabalá
