Comentario: Los cabalistas escriben que una persona de este mundo, en un cuerpo biológico (no después de la muerte), puede alcanzar el estado en el que cambia su naturaleza.
Mi Respuesta: Nada pasa después de la muerte. Porque la muerte del cuerpo físico tiene muy poco, si acaso, efecto sobre la condición del cuerpo espiritual, al que llamamos el alma.
Pregunta: La persona, aún en este mundo, atraviesa por distintos estados. ¿Deja algún registro? ¿queda algo?
Respuesta: Queda todo lo que la persona da al mundo.
Pregunta: ¿Qué pasa si solo lleva una vida normal? Tiene una familia en alguna isla, vivió ahí por un par de décadas y es todo. ¿Queda algo de ella?
Respuesta: ¿Qué puede quedar?
Comentario: Pero tuvo preocupaciones, amó, sufrió.
Mi Respuesta: Sí, amó el dinero y sufrió por la falta de él. Es todo. Es lo que queda.
Comentario: Pero al mismo tiempo, la persona no vive así. La Naturaleza no crea simplemente algunas circunstancias.
Mi Respuesta: No tiene nada que valga la pena dejar.
Pregunta: ¿Quiere decir que solo vale la pena cuidar de los demás? ¿Ese es el mérito?
Respuesta: Sí, porque si lo hizo, era contra su naturaleza. En esto fue similar al Creador, que actúa solo en el espíritu del otorgamiento y el amor por los demás.
Si una persona actúa contra su naturaleza egoísta, buscando algún objetivo, por ejemplo, lo hace para alcanzar al Creador, entonces estas acciones se imprimen y es como si nuestros deseos, desarrollaran el alma.
Si una persona realiza acciones de acuerdo a su naturaleza, en la que todo ya está preestablecido, entonces, así, nada de ella se queda.
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