Pregunta: Cuando leo los libros de Baal HaSulam, se puede sentir un verdadero clamor por al ascenso espiritual, pero nosotros no poseemos este clamor. ¿De qué se trata?
Respuesta: Él clama por el ascenso espiritual porque sabe y ve la situación real. Cuando una madre sabe que su hijo está enfermo, llora en su interior, pero el niño puede que no sienta ningún dolor y continúe jugando en su cuna. Tiene fiebre pero no tiene ni idea que puede tener su origen en una neumonía o un virus. La madre sabe, pero el hijo no.
Efectivamente al mirarnos, Baal HaSulam clama, pero no estamos muy preocupados. Somos como una persona que va cayendo desde el décimo piso de un edificio y sigue calmada. “¿Cómo te va?” le pregunta alguien al pasar por el octavo piso, “Hasta ahora muy bien”, responde.
Y tiene razón: hasta ese momento, va muy bien. Por consiguiente debemos considerar las palabras de Baal HaSulam con tanta seriedad como lo haríamos con la opinión de un doctor; sin embargo, no para atemorizarnos, sino para impulsarnos a corregirnos. La corrección es el único remedio para nuestra enfermedad. Y aunque el remedio no es sencillo, no solamente nos devolverá la salud sino que también nos ayudará a alcanzar la perfección.
La ciencia de la Cabalá no tiene el propósito de mejorar la situación en este mundo; por el contrario, aquí nunca tendremos paz. Las situaciones por llegar serán más peligrosas si no entendemos que tenemos que hacer las correcciones necesarias. Hemos entrado a una nueva era en que toda la humanidad ascenderá a un nivel superior. Pero hay una fuerza preparada para nosotros llamada Mesías que tira de nosotros, del deseo egoísta hacia al deseo de otorgamiento. Debemos utilizar esta fuerza.
(Extracto de la lección sobre La introducción al libro de la boca del sabio, correspondiente al 27 de noviembre 2009).