Recibí una pregunta: Vi una clase para niños en donde usted explicaba que todo lo que nos rodea es un mundo imaginario (Olam Dimioni). En esta lección y en otras conferencias que usted dicta sobre el tema, las personas siempre llegan a un punto de confusión y formulan la pregunta, «¿Esto quiere decir que puede imaginar lo que sea? ¿Entonces por qué este mundo sigue apareciendo corporal y por qué mis fantasías siguen siendo fantasías?»
Mi respuesta: El hombre tiene dos mecanismos para crear la realidad imaginaria. Uno de ellos está más allá de nuestra consciencia. Es más profundo y es el responsable de crear la imagen del mundo que llamamos «realidad». El segundo mecanismo para crear imágenes está dentro de nuestra consciencia y es más superficial. Este es el que todos conocemos y utilizamos cuando creamos nuestras fantasías.
Sólo podemos controlar el Segundo mecanismo, pero no el primero y fundamental. Esto es porque se forma e inicia funcionando en nosotros aún antes de que terminemos de lograr el auto-conocimiento. Por consiguiente, el funcionamiento de este mecanismo no está registrado en nuestra consciencia y sencillamente aparece ante nosotros como la normal y rutinaria imagen de la realidad.
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