Actualmente estamos mirando la imagen de este mundo como si fuera un canal de televisión. Nos hemos acostumbrado tanto que ni siquiera podíamos imaginar la existencia de otro canal.
De pronto, aparece un nosotros el deseo (el punto en el corazón) de cambiar de canal. Antes, ni siquiera teníamos idea de que eso fuera posible y ahora empezamos a aprender cómo hacerlo y efectuar la transición al nuevo canal.
Me doy cuenta que puedo cambiar de canal si realmente lo deseo y que mi deseo es el botón preciso con el que puedo conseguirlo. En otras palabras, necesito entender lo que estoy cambiando y el propósito.
Para este fin, me han hecho entrega de los libros correctos, un maestro y el ambiente con personas, quienes aspiran a ver este mismo canal. Después de todo, mi deseo es minúsculo y el ambiente correcto puede incrementarlo para lograr el cambio.
En la nueva sociedad por la cual nos esforzamos, todo mundo hablará del otorgamiento, la red de interconexión global que trabaja para beneficiar a la sociedad y el deseo colectivo de cambiar al nuevo canal. Gradualmente yo también me lleno de este deseo.
Con este mismo deseo llego a la lección y pido la Luz, que es la fuerza de ese nuevo canal al que aspiro. Esta fuerza evocará nuevos atributos y discernimientos en mí, y cuando esté listo para percibir el canal como es debido, se realizará el cambio automáticamente.
Mi deseo es alcanzar a entenderlo y adquirir la habilidad de discernir el nuevo mundo. Esto es lo que la Luz me enseña. De otra forma no seré capaz de ver nada. Es como un bebé que mira la misma pintura que un adulto, pero en lugar de admirar su belleza, el bebé intenta ponérsela en la boca, porque así es como percibe el mundo.
En cuanto yo esté preparado, entrará el nuevo canal automáticamente sin que el antiguo canal desaparezca. El nuevo canal sencillamente se agregará al primero y veré el antiguo canal en el contexto del nuevo. Así es como ambos mundos se combinan dentro de mí para formar una armonía unificada. Veré cómo todas las partes de la realidad están conectadas y veré la realidad misma, no como materia, sino como fuerzas que activan la materia.
La humanidad se muere de aburrimiento con el antiguo canal, que es la razón que la sociedad está plagada con el abuso de drogas y la depresión. No puede continuar viendo la misma imagen del mundo en la pantalla de televisión; ansía cambiar de canal.
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