En ocultamiento, sólo tengo una opción: imaginar la grandeza del superior que me maneja y determina todos mis estados. El superior deliberadamente pretende ser un pequeño con el fin de darle al inferior la oportunidad de trabajar.
Si el Creador, la fuerza superior que domina sobre todo, se revela, entonces no habrá espacio para mi fe , otorgamiento, porque veré que todo está en Sus manos, y no tengo nada en qué trabajar. Es por eso que, pido el ocultamiento.
Si comienzo a apreciar el ocultamiento porque vivo en Su ocultamiento, desapareceré si Él es revelado. Si el Creador es revelado, me volveré un completo cero; al sentir que Él controla y determina todo, y yo no tengo nada qué hacer, como si no existiera.
Si el Creador está oculto, entonces tengo una oportunidad de hacer esfuerzos, de trabajar, de buscar fortaleza. Es claro que obtengo fortaleza de Él, pero siento que existo debido a que supero el ocultamiento y construyo algo por mi cuenta. Este es el primer paso.
Una vez que puedo construirme en esta forma en ocultamiento, el cual pedí para mí mismo, y me elevo hacia el Partzuf espiritual completo, llego a Galgalta veEynaim, los deseos completamente dadores. Entonces puedo pedirle al Creador que comience a ser revelado.
Incluso si Él es revelado, no desapareceré porque ya existo en el mundo espiritual y puedo añadir a esta revelación por mí mismo, como si Él continuara estando oculto. Muestro mi independencia a pesar de mi revelación. Ahora, Su revelación no me distrae, al contrario, me da oportunidades adicionales para trabajar. Después de todo, a pesar del hecho de que el Creador es revelado, puedo permanecer de pie y no cancelarme ante Él. Esto es llamado recibir con el fin de otorgar, el grado del amor.
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De la segunda parte de la Lección diaria de Cabalá 29 de agosto del 2012, Escritos de Rabash
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