Opinión (De edge.org): Paul Steinhardt, el profesor Albert Einstein en la Ciencia, Universidad de Princeton:
«Creo que nuestro universo no es casual, pero no puedo probarlo».
«El universo está gobernado por un simple conjunto de leyes físicas que son las mismas en todas partes y estas leyes se derivan de una teoría unificada simple».
«Un universo sencillo requiere de una explicación simple. ¿Por qué tenemos necesidad de postular un número infinito de universos con todo tipo de propiedades diferentes sólo para explicar el nuestro? «
Carlo Rovelli, físico, Instituto Universitario de Francia y Universidad de la Mediterraneum, Autor de La gravedad cuántica:
Estoy convencido, pero no puede demostrarlo, que el tiempo no existe.
«Estoy convencido que el espacio y el tiempo son como la superficie del agua: Convenientes aproximaciones macroscópicas, pantallas endebles pero ilusoria e insuficientes, que nuestra mente utiliza para organizar la realidad».
Lee Smolin, físico, Perimeter Institute, autor de Tres Caminos a la gravedad cuántica:
«Finalmente, ¿qué tiempo? También he sido incapaz de dar sentido a alguna de las propuestas para eliminar el tiempo como un aspecto fundamental de nuestra descripción de la naturaleza. Así que creo en el tiempo, en el sentido de la causalidad. También dudo que el «Big Bang» sea el principio del tiempo, tengo la firme sospecha de que nuestra historia se remonta desde antes del Big Bang».
Daniel C. Dennett, filósofo, Universidad Tufts, Autor de Freedom Evolves:
«Yo creo, sin embargo no puedo probarlo, que la adquisición de un lenguaje humano (un lenguaje oral o de signos) es una condición previa necesaria para la conciencia, en el sentido profundo de la existencia de un sujeto, un yo, un «algo que es como algo que será». De ello se deduce que los animales no humanos y los niños pre-lingüísticos, a pesar de que pueden ser sensibles, estar alerta, ser sensibles al dolor y al sufrimiento, y cognitivamente competentes de muchas maneras, incluyendo las formas notables que exceden la habilidad de los adultos humanos normales, no son realmente conscientes (en este sentido profundo): (aun) no hay un sujeto organizado que disfrute o sufra, no es dueño de las experiencias, en contraste con un simple lugar de efectos cerebrales».
Alun Anderson, editor en jefe, «New Scientist»:
«Curiosamente, creo que las cucarachas son conscientes. … Yo creo que muchos animales muy simples son conscientes, incluyendo las más atractivas bestias, como las abejas y las mariposas.
«No me refiero a que ellas sean conscientes incluso en la misma forma en la que los seres humanos lo son, y si fuera cierto el mundo sería un lugar aburrido. Más bien, el mundo está lleno de muchas conciencias alienígenas superpuestas».
David Buss, psicólogo de la Universidad de Texas, Austin, autor, La evolución del deseo:
«El verdadero amor.
Me he pasado dos décadas de mi vida profesional estudiando las parejas humanas. En ese momento, he documentado fenómenos que van desde lo que los hombres y las mujeres desean en una pareja, hasta las formas más diabólicas de traición sexual. He descubierto la manera asombrosamente creativa en la que hombres y mujeres, engañan y manipulan a los demás. … Pero a lo largo de esta exploración de la dimensión oscura de apareamiento humano, me he mantenido firme en mi creencia en el amor verdadero.
Mientras que el amor es común, el amor verdadero es raro, y creo que pocas personas tienen la suerte de vivirlo. Los caminos del amor regular son bien viajados y sus marcadores son bien conocidos por muchos, la atracción hipnótica, la obsesión ideacional, el brillo sexual, el profundo espíritu de sacrificio, y el deseo de combinar el ADN. Pero el verdadero amor toma su propio camino a través de territorio desconocido. No conoce límites, no tiene barreras ni fronteras. Es difícil de definir, elude las mediciones modernas, y parece científicamente confuso. Pero sé que el amor verdadero existe. Solo que no puedo probarlo».
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