Pregunta: Según la Cabalá, el hombre está totalmente programado, ¿Tiene algún tipo de programa a nivel de nuestro mundo?
Respuesta: No en el nivel corporal. ¿Por qué debería tenerlo? ¿Cómo?. Búscame algún punto de aplicación de la libertad y dime qué significa ser libre. ¿Cómo debo actuar? ¿Qué es “soy libre de hacer lo que quiera”? ¿Qué quiero?
Comentario: Una cosa es hoy, otra mañana.
Mi respuesta: No, eso no es libertad. Todo se decide en algún lugar del subconsciente, consciente o inconscientemente, con base en instintos, hábitos y la opinión de la sociedad.
Incluso, si accidentalmente elijo algo con los ojos cerrados, tampoco es libertad ya que elijo por casualidad, no por mí mismo.
En nuestro comportamiento, y en nuestro mundo, no existe el concepto de libertad. ¡No! ¡No puede ser!. Dame la oportunidad de aplicar una decisión libre y no sabré en qué basarla ni para qué, ni dónde. ¡No!
Por libertad, nos referimos a una presión mínima de fuentes extrañas no deseadas. Eso es todo. Esa es toda nuestra libertad.
Por lo tanto, no es libertad como categoría. Libertad es cuando estamos entre dos naturalezas, entre dos universos, el espiritual y el nuestro. Cuando puedo actuar con base en la práctica de recibir por mi propio bien o de otorgar y amar por el bien de los demás.
Ahí está la oportunidad de libertad, llamada Klipat Noga. Hay un estado muy especial y sutil, como un punto, ubicado entre dos universos. Solo entre ellos hay una elección de ir, allá o aquí. Pero, una vez que eliges, no hay libertad ni aquí ni allá.
Pregunta: Aún así, ¿Soy yo quien elige?
Respuesta: ¡Sí! Todo el que está en este cruce elige. Por eso, debes pararte con un pie aquí y otro allá, y dentro en tu interior, sentir el conflicto entre los dos universos, el espiritual y el nuestro y elegir.
Deberías estar en ese estado toda tu vida, en todas las etapas de tu desarrollo hasta la última. Solo en ese estado te sientes libre. Ese estado no es simple. ¡No es como sentirse libre en nuestro mundo! ¿Libre de qué?. Haz lo que quieras, eso no es libertad.
Aquí, sin embargo, está el libre albedrío, lo que implica es que tienes dos teorías: métodos, prácticas equivalentes y estás en medio de ellos.
¿Cómo vas a elegir si son equivalentes? Si uno es más y el otro es menos no hay libertad, si son iguales, tú, como el burro de Buridan, no sabes a dónde ir, te quedas en medio y te mueres de hambre porque no puedes elegir entre los dos.
Todo lo decide el tercero desde arriba. Debes entrar en contacto con la fuerza superior y con su ayuda, sin preferir un estado sobre otro, conectarlos. En esa conexión, sentirás la libertad.
Es una decisión muy difícil. No mucha gente lo logra, son cabalistas que trabajan seriamente en sí mismos. Pero al final, toda la humanidad debe pasar por esto y llegar al sentimiento de total libertad.
Descubre y Liberate del «angel de la muerte»