Comentario: Escuché una historia sobre un accidente en un laboratorio de investigación que ocurrió en Alemania en los años 60. La historia cuenta que un empleado dejó caer accidentalmente un frasco hermético de una toxina en un recipiente con agua y no se sacó del agua hasta unos días después. Se descubrió que, aunque el frasco de veneno estaba bien cerrado y su contenido no podía mezclarse con el agua, los ratones de laboratorio a los que se les dio esta agua murieron. El agua no entró físicamente en contacto con el veneno, pero sin embargo absorbió su información destructiva.
Mi respuesta: El hecho es que sentimos la materia misma: el agua, el veneno, la naturaleza inmóvil, vegetativa y animada.
Todo nuestro mundo es un mundo de vectores, un mundo de fuerzas. Y ya no las sentimos en forma de fuerzas, sino que las representamos en forma de materia en todas sus diversas formas. Por lo tanto, si nos alejamos de la materia y nos dirigimos al mundo de la información, al campo de las fuerzas, entonces podemos ver que casi todo lo que nos rodea y nosotros mismos somos un campo de fuerzas que se transporta y se comunica entre sí precisamente con datos informativos.
En este caso, no importa mucho cómo y dónde se produce: a través de algunos muros, restricciones, condiciones fronterizas, lo que es la difusión o la influencia del vector en el vector. De todos modos, los datos informativos influyen incluso a gran distancia o mientras están encerrados en un recipiente como una bombilla de cristal.
Por lo tanto, aunque nos parezca en nuestro mundo materializado que los cuerpos no se conectan entre sí, naturalmente se influyen mutuamente. Especialmente en fuerzas delicadas y en pequeñas dosis.
Pregunta: ¿Qué tipo de energía es el agua?
Respuesta: El agua es la fuerza general revulsiva de nuestra naturaleza porque hemos sido creados sobre la base del agua. En principio, podríamos haber sido creados, en otros términos. Pero la cualidad del agua es la cualidad del otorgamiento, la cualidad de la transferencia, la cualidad del renacimiento, la actitud amable de un objeto hacia otro. Si el agua los conecta, entonces se transfiere información positiva.
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