Un héroe es alguien que, apoyándose en su naturaleza egoísta, construye otra persona a partir de sí mismo, que es similar al Creador.
Imagina que una persona como un gusano, está dentro de una manzana podrida y empieza a salir lentamente de ella. Saca la cabeza, ve un mundo maravilloso de entrega y amor y sale de sí mismo a un espacio completamente distinto, el cielo azul y el sol, no la oscuridad en la que vivía. Aunque tenía suficiente de todo para su cuerpo, este mundo no estaba allí.
Y ahora, cuando salga de esta podredumbre debe procesarlo, lo que significa procesar todo su egoísmo para otorgarlo a los demás. ¿Y cómo? De sí mismo, de su egoísmo, construye semejanza con el Creador.
Estudia al Creador, le pide que se revele, que le muestre un ejemplo como un adulto a un niño, y supera su ego tanto como es capaz. No lo usa para sí mismo, sino para la similitud con el Creador. Y la similitud con el Creador significa amor por todos los demás.
Y así en porciones: un poco más estudia al Creador, un poco más se hace semejante a Él; un poco más estudia al Creador, un poco más se hace semejante a Él. Como resultado, ve que todo su egoísmo está destinado sólo a convertir esta enorme y terrible masa en semejanza al Creador, para obtener la cualidad completa de otorgamiento y amor por todos los demás.
Y entonces se vuelve igual al Creador, eso es todo. El problema está resuelto, pero es completamente lo contrario de cómo usamos el egoísmo en nuestro mundo. Y ahora tenemos que empezar a procesarlo.
Pregunta:
En algún momento de la historia, un hombre llamado Adam se dio cuenta de que había un egoísmo sólido a su alrededor. A partir de ese momento, el sistema espiritual comenzó a desplegarse como base para la ascensión.
¿Resulta que no podíamos prescindir de lo anterior para realizar todo este egoísmo, toda esta masa?
Respuesta:
No podíamos. Lo que ocurrió antes de nuestro tiempo, debería haber sido así. Pero a partir de nuestro tiempo, ya podemos actuar de otra manera.
