¿Quién oculta el Libro del Zóhar?

Cuando el Libro del Zóhar estuvo oculto a la gente, que fue desde el momento de su escritura en el siglo II hasta su revelación en el siglo XIII, nadie lo llamó oculto; ¡no sabían nada de él!

Hoy en día cualquier persona del mundo puede comprar libremente el Libro del Zóhar y leerlo. Entonces, ¿por qué se le llama secreto, oculto?

Este libro lo tiene todo. El Zóhar puede revelarnos este mundo y los mundos superiores en toda su plenitud. Está escrito a la altura de los 125 niveles de logro de todo el universo y nos habla de todo nuestro camino.

El único problema es cómo se cierra este libro, cerrado por la propia persona que no es capaz de concentrarse o de sintonizar correctamente para ver lo que ocurre en el libro.

El propio lector, por supuesto, no es capaz de situarse frente al texto como puede hacerlo con cualquier otra lectura. Se enreda en él, ve en él imágenes de nuestro mundo, historia y geografía, fisiología y anatomía. Conecta conceptos, objetos y acciones con su entendimiento terrenal.

Imagina un aparato eléctrico con un montón de cables y piezas que conectas mal. ¿Será capaz de ponerlo en funcionamiento? Por supuesto que no.

El problema es que todo está delante de nosotros, pero no podemos revelarlo; no somos capaces de utilizar correctamente ni a nosotros mismos ni a este sistema, que combinamos en nosotros incorrectamente. No tenemos una aproximación correcta al Zóhar.

Una persona debe constantemente -antes y durante la lectura- aprender a sintonizar con un nuevo enfoque, comprensión y visión, y avanzar en esto paso a paso, lentamente.

La sintonización es obligatoria porque si simplemente abre el Zóhar y comienza a leer, solo se confundirá y entonces le será muy difícil corregir esta confusión y volver al principio.

Por lo tanto, toda la dificultad radica en introducir correctamente El Libro del Zóhar.

Por ello, el Libro del Zóhar va acompañado de materiales para afinar nuestro instrumento de percepción: ¡el alma!

 

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