Somos iguales

Pregunta: ¿Por qué no siento el mismo grado de entusiasmo y cambio espiritual con todos?

Respuesta: No cabe duda que siento a todos en forma distinta. Esto depende de cuán cercanos o apartados aparecen a mi percepción actual egoísta. Ni siquiera noto a algunos de ellos; otros me simpatizan hasta cierto punto; y a otros hasta los rechazo.

En este aspecto, la clave es mi personalidad o ánimo, así como varios detalles, casos y eventos que he escuchado, he sido testigo o he sentido. Sin embargo, esto no importa. En realidad, en el sendero espiritual constantemente experimentamos un sentimiento creciente de que somos todos iguales y que no existe diferencia entre blancos, negros, rojos, amarillos, atractivos o feos. La nacionalidad, el lenguaje, la personalidad y todos los demás atributos externos desparecen pues son la señal de una percepción limitada dentro de mis atributos de este mundo. No importa cómo la persona fue educada y lo que le enseñaron, todo es tan solo un caparazón exterior. Al ponerme en contacto el deseo del otro, descubro una chispa espiritual en éste y su lugar en el sistema integral de las almas. Entonces lo experimento como una parte de mi propio cuerpo.

Y entonces mi actitud cambia; todos nosotros nos volvemos iguales. Es igual a una madre que ama a todos sus hijos, dando su atención a cada uno de ellos en el grado que la necesitan. Todos nosotros somos las partes del sistema completo, y en la completitud, ningún detalle puede ser más importante que los demás.

(26024 – De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 5 de noviembre 2010 – Escritos de Rabash.)

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