Superar los desacuerdos internos

El Creador es la Naturaleza que nos rodea, nada más. Escribe “Naturaleza” en lugar de Creador, pero con mayúscula, para no atribuirlo a algo puramente mecánico.

El Creador es el grado superior, la luz superior y la cualidad de otorgamiento, en relación a nosotros, representamos la cualidad de recepción. Es decir, todos son conceptos muy simples y cercanos a todos nosotros.

Pero estamos muy confundidos, porque la actitud hacia Cabalá, a lo largo de los siglos, ha sido deliberadamente confusa y vaga. También estamos confundidos por costumbres, artículos y objetos externos y por la apariencia de los judíos religiosos, como si tuviera algo que ver con Cabalá. En general, todo es tan confuso que es muy difícil de entender.

Puedo ver lo difícil que es para mis estudiantes en los diferentes países del mundo que pertenecen a diferentes religiones y razas. Veo la enorme cantidad de trabajo que están haciendo internamente y que tendrán que hacer durante mucho tiempo.

Una persona criada en una religión diferente, que pertenece a una raza diferente y que piensa de forma completamente distinta, con una mentalidad opuesta y un idioma diferente y hay que superarlo todo. Esta cualidad del alma es necesaria para su corrección y no que estén en un estado más favorable o menos favorable con respecto a los demás.

Así nos separamos y nos distanciamos. Veo que a muchos de mis alumnos de todo el mundo les gustaría mucho estar aquí junto a nosotros. Pero hay que decirles que es posible y que mil personas vendrán aquí a la vez. Pero tienen que superar grandes problemas en su interior, grandes desacuerdos internos.

Cuando una persona reprime algo, puesto que aún no revelado la verdad plenamente, está en especie de estado de semi-compromiso: «Bueno, ¿Qué puedo hacer? No le pondré, como si no lo viera ni lo entendiera ni lo observara, como si no estuviera en mí. Lo dejaré de lado». Es muy difícil. Pero esa es la manera de vivir.

Es muy similar a cómo viven los judíos, entre otras naciones. Exactamente el mismo sentimiento: «Somos opuestos a ellos, pero queremos ser así. ¿Podemos o no podemos? ¿Cómo nos tratan y cómo debemos tratarlos nosotros?». Toda esta omisión, esta actitud especial, es exactamente por lo que pasa el hombre que viene a estudiar Cabalá.

Lo entiendo. Hay muchos problemas. El mundo está en estado de transición.

 

Te puede gustar  Eficacia en el trabajo para el avance espiritual – enfoque cabalista

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *