Pregunta: ¿Podría usted hablarnos acerca de su primer encuentro con la Luz y su experiencia de salir de sí mismo? Por favor, cuéntenos qué aclaraciones y pensamientos tuvo en ese día.
Respuesta: Eso sucedió cuando yo estaba conduciendo para una lección con mi maestro. Había una lluvia torrencial, una sólida cortina de lluvia. A mitad del camino, mi auto se detuvo.
Eran las dos de la mañana, estaba en un lugar desolado, sin nadie alrededor. ¿Quién saldría con esa clase de clima? Yo me detuve. No había nada que pudiera hacer. Salí del auto, abrí el capó, pero esto hizo que incluso empeorara, la lluvia inundó el motor. Cuando se apagó, mi carburador se agrietó. Maldiciéndome a mí mismo y al mundo entero, yo entré al auto y de pronto, en toda esta desesperación yo sentí al Creador.
¡En serio! ¡No estoy bromeando! Es una historia verídica. Por supuesto, antes y después de esta situación yo experimenté varias sensaciones como ustedes las tienen. ¿Por qué yo traigo este ejemplo? Porque esta clase de encuentros generalmente suceden en un tiempo y lugar inadecuados y parece como si no estuvieran relacionados con nuestra condición interna.
Nosotros atravesamos un proceso de acumulación que dura bastante tiempo, dependiendo de nuestra inspiración, de nuestro estado anterior y de otras numerosas condiciones; entonces esto se revela en nosotros. Como regla general, sucede sin ninguna conmoción externa. Para eso no tenemos que meditar ni tener ninguna sensación específica.
Cuando tenga que suceder, esto ocurrirá. Sin embargo, ustedes deben seguir trabajando de forma sistemática.
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De la Convención en St. Petersburgo del 7/12/13, Lección 1