Cuando la estructura única del alma común se dividió en masculino y femenino, la propiedad que las une, la propiedad del Creador, desapareció. Por eso, si queremos unir ambas partes, necesitamos invocar una tercera fuerza, la fuerza del Creador, para que se convierta en el pegamento que nos conecta.
En nuestro tiempo, la familia se fragmenta activamente para que sintamos la necesidad de su unidad y entendamos que sólo revelando al Creador es posible. Resulta que la desintegración es necesaria con el fin de entenderlo a Él.
Por lo tanto, al unirnos y exigir entender al Creador, creamos la conexión correcta en la familia y revelamos al Creador entre nosotros. Es decir, la expansión del egoísmo, su crecimiento y la desintegración de la familia ocurre con el propósito de hacernos sentir la necesidad del Creador que hará la paz entre nosotros.
Pregunta: ¿Pero por qué con esos métodos tan crueles?
Respuesta: Los métodos no son crueles, son exactamente lo que sucedió al principio de la creación, cuando el Creador desapareció y nos dejó solos uno contra otro.
Y ahora que pasamos por esta historia, vemos que estamos dispuestos a distanciarnos unos de otros: inseminación artificial, las mujeres aquí, los hombres allá, unisex, no sabes qué o quién. Nos acercamos a un estado donde no necesitaremos a los demás, en absoluto.
Todo esto es necesario para que salgamos del estado inicial hacia la toma de conciencia de que necesitamos al Creador para unirnos y ser atraídos uno hacia el otro en aras de Su revelación y no para el bien de cada uno.
El Creador es lo que nos une, es decir, el poder del amor y otorgamiento es de lo que carecemos y lo que podemos encontrar entre nosotros si queremos.
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De Kabtv “Close-up Emancipación”
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