Pregunta: Usted dice que delante de nosotros hay una barrera sicológica. ¿Qué es esta barrera?
Respuesta: No podemos comprender que los placeres enormes y eternos, incluso los cuales no podemos imaginarnos, existen en el otorgamiento y no en la recepción. Por ejemplo, delante de ti ponen un vaso con veneno y dicen: “¡Tómalo, morirás y recibirás placer!” Pero tú no puedes relacionar estas tres cosas. Esto es una barrera sicológica.
Debemos recordar que la segunda parte de cada acción siempre pertenece al Creador. Trabajamos sobre el deseo, pero Él lo cumple. Como un niño, digo, “Quiero esto”, y Él me lo da una y otra vez. Esto significa que debemos exigir constantemente lo más importante en nuestra vida, sabiendo que vamos a recibirlo.
(24584 – De la lección según el artículo Garantía mutua, correspondiente al 17 de octubre 2010.)