En las noticias (de Naharnet): «Una ciudad española con problemas de liquidez ha sorprendido a sus residentes, pidiéndoles que cojan una escoba y barran sus calles y aceras.
«La solicitud oficial hecha por el alcalde de Esparraguera, una ciudad de 22.000 personas en la región Cataluña España, no fue bien recibida por todos los habitantes.
«El Ayuntamiento no tiene los medios financieros en el momento para mejorar la limpieza y los servicios municipales de jardinería», dijo petición del alcalde Joan Paul Udina del partido moderado Convergencia y Unión.
«Volvamos a los hábitos de nuestros abuelos, les pedimos que barran regularmente la parte de la acera y de la calle en frente de su casa», dijo.
«Yo estoy desempleado, no gano nada; y, además, quieren que me ponga a trabajar de forma gratuita para limpiar la basura», se quejó José, de 53 años de edad, cuando le preguntamos por su reacción.
«Sin embargo, Dolores Serrano, de 56 años, dijo que era una «excelente idea».
«Ya he regado el árbol de en frente de mi puerta porque no quiero que muera», dijo, añadiendo que el alcalde había emitido una simple solicitud, no una directriz».
Mi comentario: Allí es donde la falta de educación en cuanto a la garantía mutua se siente al instante. La persona no se da cuenta que de esta manera todo el mundo ahorra recursos colectivos, y el trabajo común acerca a los ciudadanos entre ellos, crea una mayor similitud con la naturaleza integral y cambia la atmósfera en una pequeña ciudad. ¡Sería bueno tener ahora una pequeña campaña de sensibilización sobre la causa de la crisis y su solución!
La causa de la crisis es sólo para cambiar la sociedad: para que se interconecte. Anteriormente, los deseos de cada uno de nosotros fueron desarrollados, crecieron, «de forma lineal». Tratamos duro de realizarlos y así cambiar nuestra sociedad. Pero últimamente, nuestros deseos no crecen, sino que están cada vez más interconectados, convirtiendo nuestra sociedad en una «pequeña aldea», y no sabemos cómo actuar en ese caso porque esta relación entre nosotros los egoístas, va en contra de cada uno de nosotros.
Desde aquí vemos la solución: cambiar nuestras relaciones con los demás y con toda la gente, ser como un sistema, como un todo único. Esto no aparecerá automáticamente, instintivamente desde dentro de nosotros, como los deseos y pensamientos egoístas. Esto puede ocurrir sólo bajo la influencia del entorno que debemos construir por nosotros mismos.
El construir el entorno nos enseña porque empezamos a entendernos a nosotros mismos más profundamente, a nuestra naturaleza, lo que nos sucede, así como el plan y el propósito de la creación, hasta llegar a la sensación de la fuerza que actúa en la naturaleza, al Creador.
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