Una plegaria por lo inalcanzable

La diferencia entre nuestras acciones está sólo en si nos llevan al Creador o no. No podemos revelar al Creador si de principio no está todo conectado, una conexión sin ninguna diferencia, por el bienestar general de todos.

Debo sentir que ya no existo como individuo; sólo realizo esas acciones y me olvido de mí mismo. Ni siquiera veo o sé lo que he hecho. No necesito eso, ya que de otra manera puedo comenzar a disfrutar mis méritos y buscar maneras de justificarme.

Esto refleja lo que es el otorgamiento hasta cierto punto. Por supuesto, es imposible llegar a esos atributos. Cuando lo clarificamos más para nosotros mismos, descubrimos que es inalcanzable y gradualmente comenzamos a darnos cuenta de que tiene que venir a nosotros de algún lugar del exterior.

Mientras más tratamos más vemos que no podemos hacerlo, y entonces se vuelve más claro que sólo la fuerza superior puede ayudarnos, algo irreal. Entonces exigimos que eso suceda. Esto es ya una plegaria.
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(De una charla antes de la Convención Unidad 20 de septiembre del 2012)

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