Si algunos amigos en la decena están en ascenso y otros sienten pesadez y descenso, es como una rueda que gira: una parte se eleva y la otra cae, pero la rueda avanza. Y si elevamos una plegaria común, una parte será en gratitud y la otra parte en ruego.
Uno no puede existir sin otro, justo como dos lados de una moneda. Y es bueno que nos sintamos así -es señal de que nuestra decena es completa, perfecta y contiene ambos lados.
Incluso cuando llegamos al final de la corrección, nuestro deseo de recibir no desaparece, no cambia. Sólo la intención por encima de él es corregida. Si el deseo de recibir desapareciera, la intención de otorgar también desaparecería y la creación misma desaparecería.
Por eso, nada se pierde, sólo necesitamos cambiar nuestra intención, llegar a más y más conexión y preservar todas nuestras cualidades. A partir de la profundidad del deseo y de la pantalla con la luz reflejada, a partir de esas dos fuerzas opuestas, un Kli perfecto será construido.
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De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 23/nov/20, “Trabajo en Fe por encima de la razón”
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