Yom Kippur (El Día de la Expiación) y los días que lo preceden son el momento del arrepentimiento, la expiación de los pecados, las peticiones y las plegarias. Una persona debe hacer un juicio de cómo le fue este año, qué hizo este año, y cuán cerca estuvo de la fuerza Superior, de la forma que se suponía que debía tomar según el programa del Creador.
Por supuesto, aquí revelamos cuán opuestos somos a lo que deberíamos ser, el Creador deliberadamente nos muestra esta diferencia para que la veamos y nos condenemos, y entonces pidamos y exijamos nuestra corrección de Él, lo que nos permitirá acercarnos más a Él, este es el significado del mes de ELUL, que significa «Yo soy para mi Amado, y el Amado para mí».
La luz despierta a una persona desde arriba y la conduce a ese cálculo, una persona por sí misma no sería capaz de despertar y comenzar a juzgarse de una nueva manera, uno se revisa a sí mismo, cómo actuó durante el año, y cuánto ha cambiado durante este año, qué tan cerca se ha acercado al Creador.
Durante este tiempo especial, debemos tratar de volvernos más sensibles a nuestra conexión con los amigos y a la forma en que nos dirigimos juntos hacia el propósito de la creación, y despertarnos a nosotros mismos y a los demás para acercarnos al Creador y a Su naturaleza de otorgamiento, amor y unidad, y juzgarnos a nosotros mismos hasta qué punto tuvimos éxito en esto. Cuando sentimos lo lejos que estamos de esto, entonces debemos rezar y pedir ayuda al Creador.
