Pregunta: Si Él Zohar y el Talmud de las Diez Sefirot (TES) describen el mismo sistema y ambos libros no se perciben con la mente, entonces, ¿por qué durante el estudio de TES podemos preguntar, y durante el estudio de Zohar no?
Respuesta: El Zohar está más enfocado hacia la formación de las intenciones. Debo leerlo percibiéndolo como un “medio milagroso” (sgúla).
Está escrito de tal manera que el hombre, por sí mismo y gradualmente, descubre una lógica interna, una conexión entre las cosas, unas explicaciones.
Porque dicho libro vuelve todo el tiempo a lo mismo: se trata sobre las tres líneas y nada más.
Por eso, hay que relacionarse con el Zohar sólo con un único deseo: este libro debe influirme.
La Luz del Infinito llega a mí a través de esta red o plantilla y forma dentro de mi material (que es el deseo simple) un sistema similar a sí mismo, es decir, el sistema de los mundos espirituales.
En el TES, a la misma intención de recibir la Luz de la Corrección, adjunto más razón, pero en el Zohar añado más sensaciones.
Es como dos intenciones: una razonable y la otra sensual. Así es como funcionan estos dos grandes libros. Pero debo demandar de ambos lo mismo: la luz que me cambie y corrija.
(Extracto de la lección sobre El prefacio al libro del Zohar correspondiente al 03 de marzo 2010.)