¿Quién servirá a quién?

Somos creados con el deseo de recibir placer, y para corregir este deseo, nuestra intención debe ser «por el bien de otorgar». Al hacerlo nos corregimos y alcanzamos el propósito de la creación: Adhesión total con el Creador. Pero para alcanzar la corrección debemos unirnos con la fuerza del otorgamiento.

La fuerza del otorgamiento se llama Bina, y la fuerza de la recepción se conoce como Maljut. Estas dos fuerzas de otorgamiento y recepción tienen que entrar la una en la otra. Cuando ellas se unen, entonces, de acuerdo con el análisis combinado de estas dos fuerzas, ellas crean cuatro resultados: Maljut en Maljut, Maljut en Bina, Bina en Bina y Bina en Maljut.

Si Bina entra en Maljut, se crea una fuerza maligna, porque Bina cae bajo el reinado de Maljut. Maljut rige sobre ella y la domina, haciendo de Bina su esclava. Este estado creó todas las fuerzas del mal en el mundo.

A veces, estas fuerzas fingen ser buenas para atraer y sobornar a la persona y luego atraerla al mal. Esta es una fuerza especial astuta y egoísta (Klipa), contenida dentro de Maljut. Con la ayuda de esta fuerza Maljut conquista a Bina y comienza usarla. Está escrito que ningún mal puede existir en el mundo a menos que inicialmente pretendiera ser bueno. Así operan las fuerzas del mal, y por esta razón es que existen.

Si es Maljut simplemente, entonces es un simple deseo de recibir, como el inanimado, el vegetativo, mundo animado y el humano, en los cuales trabajan sólo las fuerzas de los niveles inanimado, vegetativo y animado. Es decir, es un humano simple el que está viviendo una vida corporal primitiva.

Cuando Bina está presente en el deseo de recibir placer de una persona, esa persona se vuelve muy inteligente y astuta. Sabe cómo ayudarte y darte, y luego te explota a plenitud. Estas son fuerzas muy malas causadas por la inclusión de Bina en Maljut: las fuerzas de otorgamiento que han caído bajo el dominio del egoísmo.

La inclusión contraria ocurre cuando una persona utiliza sus propios esfuerzos para elevar Maljut a Bina. Entonces él se conecta a Bina porque quiere entrar en ella y volverse un esclavo, una parte inseparable de la fuerza de otorgamiento, como un feto en el vientre de la madre. Bina es llamada Ima Ilaa (la madre superior). Es decir, él quiere desarrollarse sólo a través de la conexión y ser guiado y protegido por la fuerza de otorgamiento, por el Creador. Entonces, las fuerzas del bien son creadas, las cuales escogen partes del deseo egoísta y gradualmente las corrigen desde el interior.

(46963 – De la lección sobre la porción semanal de Torá del 6/27/2011)

Material Relacionado:
¿Cómo podemos ser iguales, si somos tan diferentes?
Cada persona es importante para la perfección
Unámonos y convirtámonos en un corazón espiritual

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *