La Torá Deuteronomio, 2:16 – 2:19: Y aconteció, que cuando terminaron de morir todos aquellos guerreros de entre el pueblo, el Señor me habló diciendo: “Hoy atravesarás la frontera de Moav, en Ar y llegarás a estar frente a los descendientes de Amón. No los ataques, ni los provoques, pues no te entregaré nada de la tierra de los amonitas, pues ya se las di como herencia a los hijos de Lot”
Hay una clara secuencia en la corrección del egoísmo. Esaú es primero, luego Lot y después los demás, excepto Amalek, que no pudo ser corregido. Sin embargo, se dice que es imposible corregirlo, porque él es el llamado “Lev HaEven” (corazón de piedra). Su corrección es destrucción.
Los treinta y dos deseos principales, que son la base del egoísmo completo, ¡son inmutables! Los demás pueden ser corregidos hacia el otorgamiento, el amor y la conexión. El orden de la corrección está especificado en la Torá.
Para quien entiende lo que dice y siente las raíces superiores, éste es un estado real con el que puede lidiar para corregirse a sí mismo. Es la revelación de un mundo interno y al esforzarse, ve claramente la geografía completa, la historia, la humanidad, todas las naciones y más. Todo está dentro de su egoísmo y está sujeto a las acciones de corrección.
Nota: El Creador dice a los hijos de Israel, “No los ataques, ni los provoques”, pero ellos comienzan a pelear.
Respuesta: La guerra por la corrección comienza. Cuando hablamos de exterminar y asesinar, queremos decir, destruir la intención egoísta y sustituirla por intención altruista.
El egoísmo por sí solo corrige la intención “para mí mismo” a la intención “para los demás” y se convierte en altruismo. Y todos los deseos permanecen. Esto es llamado el exterminio de las naciones o la corrección.
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Del programa de Kabtv “Los secretos del libro eterno” 20/ene/16
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