Amalek es una propiedad muy cercana a nosotros.Y aunque parece ser el mal absoluto, un obstáculo que hay que destruir, borrando incluso su recuerdo, se sabe que el Creador no creó nada superfluo, todo es en beneficio de nuestro desarrollo.
Por eso, Amalek es una propiedad que nos ayuda a crecer correctamente y nos protege en todo momento. Como si estuviéramos caminando por el camino y donde podamos caer, nos desviarnos, nos salen espinas, nos advierte que no andemos allí. Así, Amalek nos guía constantemente, en la dirección correcta.
El deseo viene de Amalek y la falta de deseo también viene de él. Amalek significa por mi propio bien (Al MenAt LeCabel), un deseo egoísta. Está escrito: “Yo creé la inclinación al mal y creé la Torá como condimento”. La inclinación al mal se opone directamente a la Torá, la luz superior y ambas trabajan en nosotros para, entre las dos, dirigirnos hacia la línea media.
Debemos tratar a Amalek con respeto, como una propiedad muy importante sin la cual no estaríamos separados del Creador y nunca nos convertiríamos en criaturas. Después de todo, gracias a la inclinación al mal que nos aleja del Creador y nos incita contra Él, comenzamos a notar al Creador. Amalek nos ayuda oponiéndose al Creador, revelando Sus propiedades y mostrando cómo puedes encontrarlas en lugar de las propiedades de Amalek, es decir, la intención egoísta.
Amalek hábilmente nos muestra que nos preocupamos solo por nosotros mismos y nos demuestra que debemos actuar en oposición. Por eso, nos enseña la habilidad en este trabajo. Aprenderemos a trabajar con nuestra inclinación al mal y a usarla correctamente, porque esta inclinación nos ayuda a llegar a ser como el Creador.
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De la lección diaria de Cabalá 18/abr/21, «Amalek»
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