Antes del amanecer

thumbs_laitman_928Pregunta: ¿Tengo que prepararme para la convención en San Petersburgo de tal manera que yo llegue ya con la idea correcta del siguiente grado en el que estoy conectado con todos?

Respuesta: No, no tengo nada que llevar. La preparación es el proceso de construcción del siguiente grado, no el grado en sí mismo. Éste todavía no existe y yo lo construyo como si preparara la comida para servir en una mesa festiva. Yo formo el estado de unidad en el que revelaremos juntos, entre nosotros, la fuerza superior.

Si en la «noche», en la desconexión de la espiritualidad, no hubiéramos preparado las vasijas de interacción (Zivug) de la «medianoche» de los Partzufim paternos de Aba ve Ima, no habríamos llegado al estado «de la mañana». En la espiritualidad, yo mismo lo construyo todo, porque mi realidad, mis estados, el cambio de día y de noche, están determinados por mi percepción actual.

De hecho, yo estoy en el mundo del Infinito, pero la «cortina ha sido bajada» ante de mí, y yo me quedo en la oscuridad, en contracción, para que yo mismo pueda abrirla, quitar la cubierta, de acuerdo a mi preparación interna.

Así, la preparación es un trabajo real. Nosotros nos familiarizamos de antemano con los materiales y las canciones de la convención, con su programa, con todos sus detalles para prepararnos internamente para la acción. En la convención, yo voy a realizar una acción de unidad y es por eso que tengo que trabajar constantemente en él.

Siempre sucede así; cuando yo voy a donde realmente quisiera ir, ya estoy un poco allí.

Por otra parte, si estoy esperando la convención, con la ilusión de que todo sucederá por sí mismo, entonces mis expectativas serán en vano. Nada sucederá sin preparación, y en la preparación, tengo que entender que justo ahora, en cada momento, yo construyo y formo una acción decisiva.

En la espiritualidad, sin estos pasos preparatorios, sin el proceso completo de «construcción», sólo hay un lugar vacío y, como en los cuentos de hadas, la meta se aleja de mí, sin importar cuánto corra tras ella. Este es el destino de aquellos que «esperan», en contraposición a los que pueden construir su propio futuro y llegar a él.

El concepto del «Creador» (Boré) significa «Ven y ve» (Bo Reh en hebreo). Yo tengo que corregir mis vasijas, deseos; esta es la única manera. Por lo tanto, la preparación es la corrección de las vasijas en la oscuridad, «antes del amanecer». De lo contrario permaneceré en la oscuridad.

Además, la sensación de la «noche», es la reunión de la oscuridad, es posible sólo después del buen trabajo de la «tarde», cuando la luz y las sombras comienzan a mezclarse, y es más difícil distinguirlas porque se revela en mí un nuevo deseo. Y éste se revela porque durante el «día» yo me he preparado para la «noche». Así continúa esta sucesión de días y noches.

Nosotros tenemos que tratar la preparación de la manera más atenta. Momentos desprovistos de cualquier uso, horas que se estiran, días y meses, los cuales no usamos adecuadamente. Sé que esto por mí mismo: Sólo después descubren cuánto han perdido… Así que ahora no debemos perder nuestra oportunidad, debemos lograr el deseado.

(110879 – De la charla sobre la preparación para la Convención en San Petersburgo del 6/26/13)

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