¡Averigua qué es la felicidad!

La fragmentación es revelada dentro de nuestros deseos egoístas naturales, en los que podemos ver, sentir y tener experiencias. Por eso, tenemos a nuestra disposición un rico vocabulario para expresar nuestro antagonismo, sufrimiento, malos entendidos, confusión de sensaciones -todas las sensaciones negativas.

Muchas novelas han sido escritas y muchas películas filmadas acerca de situaciones difíciles, dolorosas, dramáticas en las que la gente sufre. Tenemos muchas palabras, sensaciones y expresiones para describir el sufrimiento. Y casi no existe nada qué decir de los buenos estados, ¡nos sentimos bien y eso es todo!

¿Por qué no hay tanta sutileza en la felicidad, como en la infelicidad? Finalmente, ¿no existe una opuesta a la otra? Es porque no entendemos ni podemos sentir la felicidad de manera profunda, no construimos el bien por encima del mal.

Si lo hiciéramos, encontraríamos muchas más palabras para expresar amor que las que tenemos actualmente. Podemos hablar sin fin del sufrimiento, crear novelas y películas. Pero el final feliz es muy corto: se abrazaron, se besaron, sonrieron y terminó la película.

El problema es que realmente no sabemos lo que es ser feliz. En nuestro mundo, no construimos el bien en contra del mal, de manera que las transgresiones sean cubiertas con amor. Si realmente queremos revelar amor, revelar las facetas de la conexión y todos sus tonos y sensaciones, no debemos borrar las contradicciones que existían antes, sólo cubrirlas con amor.

Así, nuestra conexión absorberá todos los matices, todas las sutilezas, que estaban en el sufrimiento, en la fragmentación. El Creador creó una vasija, la llenó con luz simple y después la fragmentó para que podamos revelar las sutilezas que existen en la ruptura, nuestras muchas contradicciones y las manifestaciones de odio, rechazo y abandono.

En nuestro mundo, sólo profundizamos nuestras experiencias no placenteras y constantemente clasificamos nuestras relaciones mutuas. Todo con el fin de cubrirlas después con amor. No tenemos expresiones ni palabras coloridas para el amor, pero podemos sentirlo en los mismos ricos colores que el sufrimiento y así, revelaremos al Creador.

De otro modo, no tenemos sensaciones dignas de Él, ninguna palabra para expresarlas. Sólo existe una luz blanca inmóvil y nada más. No puedo sentirla, no tengo nada a lo que aferrarme. La luz llena todo el universo por igual y yo no tengo manera de sentirla.

Por eso, debemos intentar combinar la tristeza y la alegría, el mal y el bien. Y así todo el rico vocabulario que tenemos para expresar sensaciones y acciones no placenteras, todo el abismo del sufrimiento y descontento, podremos proyectarlo y transferirlo a impresiones y sensaciones positivas de felicidad, para así revelar al Creador.
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De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 17/ene/21, “El amor cubre todas las transgresiones”

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