Pregunta:
De una carta: «Usted ha estado diciendo últimamente que uno no debe pedir nada al Creador sino solo estar de acuerdo con todo lo que sucede porque todo proviene de Él. Usted dice: “Esta es la vida, este es el mundo, y yo existo en este mundo para estar en paz”. Resulta que no necesito pedir nada: ni salud, ni paz. Entonces, ¿Qué sentido tienen todas las oraciones?.
Respuesta:
Pedir al Creador, por supuesto que es necesario pero primero hay que decidirse. Debe referirse a mi petición a Él, después de que he intentado todo, he hecho todo, y no he logrado todo lo que debería haber logrado por Él, entonces me dirijo a Él con una petición y le pido ayuda.
Pregunta:
¿Entonces mi primera acción es intentarlo de todos modos?
Respuesta:
Tratar de dar al Creador. Si ya no puedo hacerlo, entonces pídeselo a Él.
Comentario:
Pero este «dar al Creador» es toda la dificultad aquí. Después de todo, la gente en realidad está pidiendo. Están pidiendo, no qué darle a Él, sino lo que piden.
Mi respuesta:
¿Y qué dan? Dan una oración, no dan nada. No dan; ¡piden!
Pregunta:
¿Lo más importante es pedir al Creador?
Respuesta:
Sí, el Creador existe con el propósito de pedirle.
Pregunta:
Muy importante, muy bien. ¿Y dónde está tu conciencia interior de que tú también puedes dar algo?
Respuesta:
No existe tal conciencia. Ninguna, dar al Creador va generalmente contra toda lógica. Él creó todo, Él hace todo.
Comentario:
¡Entonces que Él dé! Esta es la lógica.
Mi respuesta:
¡Bien dicho! «¡Vamos! ¿Dónde estás?»
Pregunta:
¿Debo pedir por los que están cerca de mí, por los que están lejos, o por uno mismo?
Respuesta:
No importa por quién pedir, sino pedir.
Comentario:
Pero pedir, sí. Tengo tal relación con el Creador.
Mi respuesta:
Yo pido, Él da, no está mal.
Pregunta:
¿Está de acuerdo en que esta es una condición?
Respuesta:
Estoy de acuerdo en que una persona es construida de esa manera.
Pregunta:
Usted mismo dice que así es la naturaleza. ¿Qué hay de malo en ello? Si esto se ha grabado en nosotros, ¿Qué está mal?
Respuesta:
¿Y qué es de mí?
Pregunta:
¿Qué es de mí? ¿Algún buen comportamiento, el cumplimiento de algunas leyes? Y está escrito en la Torá, en la Biblia.
Respuesta:
Muy bien. Entonces hazlo.
Comentario:
Lo hago, pero lo hago pensando que debe ser bueno para mí.
Mi respuesta:
Y eso ya no es bueno. Aquí es donde radica el problema, que haces lo que tienes que hacer en contra de tu voluntad. Parte de ello es cuánto puedes reducir esta lista involuntariamente.
Pregunta:
Entonces, ¿Me gustaría reducirla?
Respuesta:
Querrías destruirlo. Y lo que quieres es que no tengas obligaciones ante el Creador, sino que el Creador te sienta y esté listo para cumplir tus deseos en cada momento.
Comentario:
Sí. Hay un pensamiento. La pregunta es la siguiente: «Dices que tienes que estar de acuerdo, empezó con esto, estar de acuerdo con todo lo que pasa».
Mi respuesta:
Correcto, continúa.
Pregunta:
Estar de acuerdo con todo lo que pasa y que este mundo existe para estar en paz. Estas son sus tesis principales. ¿No se dará por vencido en esto?
Respuesta:
No. ¿Pero qué significa el equilibrio para que esté en paz?
Pregunta:
En otras palabras, ¿Qué significa equilibrarme?
Respuesta:
Sí. Todo se mide en relación a mí.
Pregunta:
Es decir, esta frase «en paz», ¿tiene algún gran secreto?
Respuesta:
Sí.
Pregunta:
¿Y qué es la paz entonces?
Respuesta:
La paz es una armonía completa, un entendimiento mutuo entre el hombre y el Creador.
Pregunta:
¿Así que tengo que llegar a esto? No es solo la paz como la entiendo en este mundo.
Respuesta:
No. Una completa comprensión mutua.
Pregunta:
¿Y qué significa?
Respuesta:
: Que estás completamente en paz.
Pregunta:
¿Qué tengo que entender?
Respuesta
Lo que el Creador quiere de ti y lo que tú quieres del Creador y que al mismo tiempo ustedes son similares el uno al otro y están listos para hacer cualquier cosa el uno por el otro.
Pregunta:
¿Cómo sé lo que Él quiere de mí para llegar a la paz?
Respuesta:
El Creador solo quiere una cosa de ti: que le entiendas a Él y lo que Él necesita.
Pregunta:
¿Qué cosa? Por favor, dígamelo.
Respuesta:
Pero tienes que entenderlo, tienes que revelarlo.
Pregunta:
¿Quiere decir que mi vida se reduce a buscar lo que Él necesita?
Respuesta:
Sí, esta es la dirección de la vida.
Pregunta:
¿Cómo debo orientarme? «Quiero comprender lo que Tú quieres o quiero la paz»; son dos direcciones; ¿Cuál es la correcta?
Respuesta:
No. «Quiero paz», eso eres tú, un egoísta. Pero «quiero la dirección correcta para mis pensamientos, mis acciones», esto ya es una petición.
Pregunta:
Es decir, quiero complacerte de alguna manera, quiero estar en diálogo contigo.
Respuesta:
Quiero hacer algo bueno por Ti.
Pregunta:
¿Y toda mi vida es averiguar qué puedo hacer para agradarle? ¿Y esto que usted dice se llama llegar a la paz?
Respuesta:
Sí.
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