Si me sobrepongo a las demandas del egoísmo, que me convencen de que este trabajo no tiene sentido y que el camino espiritual no es para mí, entonces quiere decir que voy por encima de la razón. Y así, “centavo a centavo, se junta una gran cantidad”; es decir, toda la superación se acumula en cierta medida necesaria para volverse una vasija para recibir la luz superior.
Es en esta forma que avanzamos y aquí el grado de conexión entre los amigos es muy importante. A fin de cuentas, en los estados de debilidad la persona no encontrará fuerza alguna, deseo o despertar que sea capaz de levantarlo o estimularlo al menos un poco. La fuerza adicional sólo puede llegar de la conexión con los amigos.
Necesitamos entender que tenemos que recibir toda la fuerza para avanzar a partir del grupo y de ningún otro lado. Hay sólo dos opciones: ya sea a partir del egoísmo o a partir de la conexión en el grupo. Estas son las únicas palancas disponibles en nuestro sistema. Por lo tanto, si queremos avanzar hacia la corrección final, tenemos que tratar de conectar más y más cuanto sea posible en la decena y recibir fuerza del despertar y la unificación a partir de ahí.
Y luego, una y otra vez, extraer todo de ahí. Incluso cuando parece que no quedan recursos, siguen extrayendo fuerza de ahí, como si estuvieran raspando las últimas migajas del fondo de la sartén. Es así como tienen que tratar de recibir la fuerza para unirse, del grupo. A fin de cuentas, así es como debe ser el verdadero trabajo que nos hace avanzar.
¿Porqué? La metodología de la conexión es la salvación