Todos sabemos que cada rama está cercana a su raíz de forma natural, por lo eso nuestra naturaleza está cercana a nuestra raíz, al Creador. El deseo de otorgar, como la Luz, como el Creador que nos ha creado, ha sido inculcado en ella. Pero nosotros estamos en un ocultamiento que pesa fuertemente sobre nosotros y no nos permiten ver cómo somos realmente.
Por lo tanto, todos nuestros atributos parecen corruptos. Sin embargo, tenemos que entender que ésta no es nuestra verdadera forma. ¡No se trata de nosotros, sino más bien del ocultamiento! Sólo al quitar este ocultamiento o al elevarnos por encima de él alcanzaremos inmediatamente nuestra raíz. Son como ornamentos que necesitamos quitar y por encima de los cuales debemos elevarnos. Esto es llamado trabajar en «fe por encima de la razón«, es decir elevarnos por encima de nuestro ego, por encima de la cubierta que está sobre nosotros, y vivir por encima de ella.
Nosotros estamos realmente en el estado de Ein Sof (Infinito), pero nos olvidamos de eso. Siempre debemos ver el mundo del Infinito en todo: en nuestras relaciones, en nuestras aspiraciones, en toda la imagen del mundo que vemos.
El Creador no creó nada malo; Él solo creó el bien como resultado de Su aspiración de traer bondad. Pero ocultó este estado para que lo descubramos y veamos que Él es deseable y para que también nosotros lo hagamos así.
(103429)
De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 3/20/13, «Matan Torá» (La entrega de la Torá
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