Cambia todo el potencial malo por el bueno

El amor sólo puede ser revelado según la medida del odio, como está escrito: «El Creador los ha hecho uno contra el otro».

Al comenzar nuestro camino espiritual (desde cero), primero descendemos a una profundidad del deseo de disfrutar dada (-1), luego ascendemos de ella (+1). Luego, una vez más, descendemos aún más (-2) para ascender aún más alto (+2), y así sucesivamente.

Todo se construye sobre la revelación del mal y se convierte en una bien cuando se realizan todos los pasos. El lugar donde revelamos nuestro egoísmo y sus transgresiones a un grado cada vez mayor, permanece, no desaparece; pero nosotros revelamos la Mitzvá (precepto) por encima de él.

Está escrito: «El Creador los ha hecho el uno contra el otro» y la «ventaja de la Luz proviene de la oscuridad». Es por eso que, incluso cuando ascendemos todos los 125 pasos y alcanzamos el bien absoluto, el mal que ha sido revelado por nosotros no desaparece. De lo contrario, toda la Luz también desaparecería.

Hemos sido creados de la materia opuesta a Él. El deseo creado por el Creador es muy pequeño, como una pequeña semilla. Todo lo que revelamos, además de este deseo es sólo gracias a la intención.

En primer lugar, revelamos nuestro mal, la intención por el bien de nosotros mismos. Todo lo bueno es acompañado de la intención por el bien de otorgar. Todo el desarrollo está construido en la realización de nuestro mal, en nuestra oposición a la Luz. No es el deseo en sí mismo lo que está desarrollándose, sino la realización, la comprensión del mismo.

El ego que se revela no es el deseo mismo. El deseo que vivimos en este mundo, en sí mismo, no es malo ni bueno. No es condenable ni loable. Sólo es importante la intención, surge en mí con respecto a los demás o al Creador (que es lo mismo). Esta me da la profundidad del deseo (Aviut), no el deseo de disfrutar en sí mismo.

Es necesario separar el uno del otro, reflexionar con cuidado y tratar de aceptar que estamos trabajando constantemente en la intención, corrigiendo nuestra relación con el deseo y no el tamaño del deseo mismo. En otras palabras, este trabajo no se evalúa por la cantidad, sino por la calidad.

Está escrito: «La transgresión no anula un mandamiento», y un «mandamiento no anula una transgresión». Esto se debe a que ambos se apoyan mutuamente. El mal no desaparece, y es precisamente en el tope de la maldad que construye toda la estructura del bien. Es así porque nosotros somos las criaturas, y si nuestra comprensión del mal y de lo que somos desapareciera, también perderíamos todo lo bueno.

Mi «yo» se construye precisamente opuesto al Creador: Mientras más opuesto yo me perciba, más alto crezco, y por lo tanto, puedo darle más a Él. En este caso, tendré una demanda, la sensación del contraste entre la Luz y la oscuridad, lo que me da la posibilidad de llevar a cabo un gran otorgamiento.

Esta es la razón por la cual necesitamos valorar la revelación del mal, puesto que es sólo por la virtud de la maldad que podemos alcanzar el bien.

(50946 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 8/10/2011, Shamati # 52)

El ego sufre de la luz del bien
Siempre pide mas
Presionados entre el bien y el mal

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