Cambiar a un nuevo umbral de sensibilidad

¿Qué clase de descenso deberíamos esperar después del gran congreso que tuvimos en Europa? Los descensos pueden ser muy fáciles y tranquilos dado que ya estamos familiarizados con ellos y no nos preocupa la falta de claridad ni la confusión en la mente. El Creador no nos da descensos para derribarnos; los descensos se vuelven de mayor calidad, más “profesionales”. Es como un artista profesional, que mientras evalúa una imagen, puede tomar en cuenta aún los más pequeños detalles y trazos; una persona promedio, ve sólo un dibujo. Esta es la esencia del profesionalismo y es lo mismo con nosotros, en relación a los descensos

Aunque a veces recibiremos grandes descensos que nos confundirán y paralizarán, obstaculizando nuestra vista y oído, la mayoría de las veces no serán descensos tan ríspidos como los anteriores. En cambio, serán sutiles, tendremos que advertir que no tenemos el anhelo y la adhesión con el Creador previos, ni la sensibilidad hacia los amigos en la decena. Todos los sentidos están ligeramente entumidos.  

Se nos dió oportunidad de incrementar nuestra sensibilidad. Es como si la receptividad fuera transferida hacia un nuevo rango y necesitamos sintonizarnos con ella. Una persona ordinaria ni siquiera notará algo inusual, pero un especialista distinguirá muchos cambios. 

Tenemos que estar muy atentos, porque es posible que el estado actual parezca normal, respecto a los previos descensos y endurecimientos del corazón, como si no hubiera descenso ni pesadez. Pero, ¿estoy conectado con la decena? No lo siento —eso significa descenso, ¿pienso en mi adhesión con el Creador o no pienso en nada? Esa falta de claridad en mi mente significa descenso. Mi sensibilidad cambió a un nuevo rango, aumentó diez veces. Ahora tengo que reconocer grandes ascensos y descensos con discernimientos muy finos. 

Ya no se trata más de un descenso en el ánimo ni de total falta de claridad como antes. Parece que son normales mi ánimo y mi habilidad pensar, no como antes que veía todo negro y no podía ordenar mis pensamientos. Todavía ahora, en este nuevo deseo y pensamiento, debo determinar que no estoy adherido al Creador; es decir, debo aumentar el umbral de sensibilidad, de emoción y pensamiento dentro de mi, para trabajar con discernimientos más finos. Esto, por fuerza debe hacerse con plegarias y ruegos. 

Así, realmente ascenderé a un nuevo nivel. Finalmente, quiero tomar en cuenta los detalles que nunca antes había notado, cuando pensaba que todo estaba en orden. Pero el asunto no es que yo no esté adherido ni piense en el Creador y la decena, sin una adecuada claridad en mis emociones. Mis sentidos se entumieron y me siento bien con eso, cuando lo malo en este estado es mi falta de adhesión al Creador, en sensación y pensamientos. 

Esto es lo que debo exigir y pedir, así comenzaré a distinguir la oscuridad y el descenso, a través de discernimientos finos. El Creador dice, “Tómalo, no te preocupes, todo está en orden!”. Pero no estoy de acuerdo en tomarlo y abandono; Le exijo que me acerque a Él; por eso, siento mucho más oscuridad que antes. 

El endurecimiento del corazón no significa que siento pesadez, oscuridad y completa falta de entendimiento en la mente y en el corazón. Puede expresarse en lo más imperceptible, simplemente no recibo el anhelo desde arriba y debo agudizar mi mente y mis emociones y encontrar el punto de conexión con el Creador. El hecho es que no se me dió esa conexión y tener que pedirla, demandarla y ganarla por la fuerza, eso ya se considera endurecimiento del corazón. 

Antes solía estar en esa oscuridad, donde no podía salir de la cama ni escuchaba lo que se decía, no entendía las palabras. Hoy ya no lo tengo, entiendo de lo que se trata y puedo sentir. Aún no tengo un anhelo fuerte de adhesión con el Creador, la aspiración previa y eso es oscuridad para mi. Las emociones y la mente funcionan, pero el anhelo, el deseo, desapareció y esa es la oscuridad. 

Empiezo a definir el concepto de oscuridad en parámetros más elevados. No mido la oscuridad en que no recibo del Creador, sino en, hasta qué punto no siento anhelo por Él. Sólo eso me importa y no lo que recibo de Él. Eso no me importa, porque no quiero recibir, quiero otorgar, anhelar. Esto es un nuevo umbral de sensibilidad en el trabajo del Creador, en la actitud hacia Él. 

Quiero que mi mente y mi corazón trabajen sólo para darle contento al Creador. No me importa lo que tengo en mis Kelim (vasijas), sino sólo lo que puedo darle a Él de ellos.  

Antes consideraba que la pérdida de deseo o de entendimiento era un endurecimiento del corazón. Ahora ya no, todo parece estar en orden. Así que, ¿tengo o no endurecimiento del corazón? Se dice que, si pudiéramos verlo, en cada momento hay un descenso, porque nuevos Kelim se revelan constantemente. Ahora me puedo sentir bien, pero ¿tengo anhelo por el Creador, deseo de otorgarle a Él a través del grupo, de amarlo a Él? si no, eso se llama endurecimiento del corazón. 

Esta es una nueva clase de endurecimiento del corazón, que no había antes. Ni siquiera ponía atención a cosas tan pequeñas, pero ahora se requiere que lo haga. Es decir, ahora los ascensos y descensos son evaluados en relación al deseo, al anhelo, a la añoranza y al otorgamiento al Creador. Respecto a eso, ahora tengo que examinarme, ya sea que esté en ascenso o en descenso, no por lo que sienta en mis Kelim, sino por mis sensaciones hacia el Creador.  

De pronto descubro que no tengo ni el deseo ni la motivación previos. Anteriormente, me empujaba el hecho de que carecía de satisfacción, ahora, mi motivación debería ser la falta del Creador ¿cómo puedo encontrar esos estados y la necesidad de alcanzarlo a Él dentro de mi, anhelar otorgar y amar, cuando no siento necesidad de ello? La solución es conectar con la decena y a través de ella, elevar una plegaria al Creador.

El Creador solía despertar la oscuridad y ahora yo debo despertarla dentro de mí antes del amanecer.  Es muy difícil. Yo mismo debo cuidar mi Kli, mi deseo por el Creador. Yo solía dirigirme a Él porque me sentía mal y ahora que ya no me siento mal, ¿cómo voy a dirigirme a Él? Aquí está el lugar para el anhelo, la plegaria y la acción. Esta es una situación más complicada, un nuevo grado cualitativo.1

De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 12/nov/19, con el tema “Pesadez del corazón  – Invitación al ascenso” 

1 minuto 25:00

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