Torá, Deuteronomio 10:12: Y ahora, Israel, ¿qué pretende el Señor, tu Dios de ti? Sólo que temas al Señor, tu Dios, que sigas todos Sus caminos, que Lo ames, que sirvas al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma.
Si sólo existe una fuerza, un sistema, que controla y mantiene todo dentro de sí, entonces todo nuestro egoísmo debe estar dirigido a temerle.
Temer significa someter nuestros deseos a este sistema ¿qué tiene de espantoso o difícil? Si el sistema es tan grande y estoy en completa subordinación, si controla todo al penetrarme por completo, ¡¿para qué necesito esas instrucciones?! Después de todo, todo está en manos del Creador. Entonces ¡¿de qué estamos hablando?!
Es un hecho que debo pasar por la corrección espiritual conscientemente, en un estado en el que Él me está oculto ¡Ese es el punto! El Creador está oculto y no veo que es Él quien actúa y controla. Por lo tanto, debo hacer todo por mí mismo, es decir, a pesar de todos los obstáculos, debo llegar a ese estado, a esa vida, en la que entiendo que el Creador lo controla todo, ¡aún cuando Él no existe! Yo mismo lo formo a Él dentro de mí.
Es difícil para la persona entenderlo. Pero no hay nada que pueda hacerse. Esta es la sabiduría de la Cabalá, esta es la verdad. Sin embargo, gradualmente esas piezas del alma colectiva, que entienden este estado y pueden implementarlo, sostienen la Luz que afectará a todos los otros y, como está dicho, “Todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande”.
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De Kabtv “Secretos del Libro Eterno” 16/may/16
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