En el programa dispuesto en el individuo por el Creador, hay una parte extensa llamada “errores del pasado”. En otras palabras, el área de experiencias y fallas emocionales, sociales, personales y familiares. ¿Se puede imaginar lo que está cargado en una persona? Es un mundo que el niño no tiene, una parte enorme del universo, en el que existe un adulto.
Es imposible dar a una persona una inyección con la que inmediatamente, como en la ciencia ficción, diga: “¡Oh-oh-oh!” listo, ya estoy en el mundo superior! Eso no existe.
Necesita pasar por todo ello, almacenarlo en sí mismo, hacer una actualización y recargar todo. Tiene que experimentar todos estos estados, sentir los opuestos, intentar hacerlo por sí mismo, sin el Creador o con el Creador, con determinado entorno o sin ellos, tropezar, levantarse, etc., en cada paso, en cada uno que de; y de estos miles de millones de pasos, una oportunidad se crea en la persona —¡únicamente una oportunidad!— para comenzar a sentir otro estado, otro universo.
Ingresa gradualmente a esta sensación. Una sensación que antes no existía, ¡se revela!. Existe aquí y en otra dimensión; y ahora ¡esta dimensión está siendo revelada! con el fin de empezar a abrirla, necesito crear dentro de mí, grandes reservas internas, oportunidades, sensaciones, un cúmulo de todo tipo de pensamientos y experiencias.
Así, comienzo a entrar a una percepción de nuevas conexiones, a un nuevo mundo. Lo veo de manera completamente distinta. Veo su lado opuesto, donde es una forma controlada y cómo todo funciona. Mi mundo se vuelve pequeño, estoy entrando al sistema de gobierno y se está volviendo importante; y todo este mundo y todas estas interacciones instintivas nuestras – bestiales, pequeñas – simplemente pierden su importancia.
Mi cuerpo animal permanece en conexión con los demás, temporalmente, por el tiempo del ser, con el fin de contactar a los otros a través de él y ayudarlos también a entrar en este nuevo universo, en esta dimensión. Y tan pronto como despegamos de este campo, del cual nos nutrimos como pequeños animales; y entramos con nuestras sensaciones hacia un nuevo estado, a una nueva dimensión, el mundo material simplemente desaparece.
No existe incluso ahora, como todo lo demás, porque existe solo en nuestra conciencia que se desarrolla completamente al siguiente nivel. Y a lo largo de esta área de nuevas relaciones humanas, nuestras sensaciones bestiales, vegetativas e inanimadas, también se desarrollan, o sea, todo nuestro mundo.
Pero es imposible hacerlo de una sola vez, como con una inyección y la persona ya está lista en la próxima dimensión. El programa tiene que entrar en nosotros gradualmente y lo tenemos que adaptar. Debemos aceptarlo, sentirlo, unirnos a él y sentir como somos él como un único todo.
Este programa necesita ponerse en práctica de forma voluntaria, consecutiva, porque es contra nuestra naturaleza egoísta. Es de lo que se trata nuestro trabajo.
Sugerimos leer Transición de mundo a mundo