Entérate de la respuesta a este y más cuestionamientos planteados en la sección de Preguntas y respuestas al Dr. Michael Laitman en Quora
¿Qué es el ego humano?
Es una ley clave de la naturaleza que cualquier cuerpo existente -aún, vegetativo o animado- desea sostener y proteger su existencia. Eso no se considera ego. Puede llamarse el deseo de vivir y de existir.
El ego humano comienza cuando deseamos dañar a los demás. No es que prefiramos nuestra propia existencia por encima de la de los demás, lo que ocurre también en el mundo animal, sino que queremos dañar a los demás sin justificación. Los animales, por ejemplo, se matan entre sí por motivos de supervivencia, y sienten que la naturaleza les obliga a matar y a comerse a otros animales. Sin embargo, si la naturaleza no le da a un animal ese impulso, entonces no mata. Si un león no está hambriento, podrías pasar por delante de él y ni siquiera miraría hacia ti. Simplemente se ocuparía de sus propios asuntos.
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Los niveles inanimados, vegetativos y animados de la naturaleza no tienen ningún programa interno que opere para dañar a otros. No obtienen ningún placer al suprimir a otros. Solo dañan a los demás por sus necesidades de alimentarse a sí mismos y a sus crías, de sobrevivir y de crecer. Por lo tanto, la naturaleza en los animales no es un ego. No es una inclinación al mal, sino solo un deseo.
En la sabiduría de la Cábala, el ego humano se llama “inclinación al mal” porque solo existe en el ser humano. Nos hace disfrutar de dañar, reprimir, subordinar y controlar a los demás. El ego se considera malvado por cómo disfruta dañando intencionadamente a los demás, más allá de la necesidad de mera supervivencia, como es el caso de los animales.
En resumen, tenemos deseos básicos de supervivencia, que no se consideran el ego humano. El ego comienza cuando deseamos sentir placer dañando a otros.
Basado en el vídeo “¿Qué es el ego humano?” con el cabalista Dr. Michael Laitman. Escrito/editado por estudiantes del cabalista Dr. Michael Laitman.
¿Cuáles son las desventajas de casarse con el primer amor?
Casarse con nuestro primer amor no garantiza un buen matrimonio.
Solemos encontrarnos con varios errores, rupturas, discusiones y quizás también divorcios, y solo más tarde, a una edad más cercana al final que al principio, quizás conozcamos a alguien y empecemos a apreciar el vínculo matrimonial.
Las personas suelen cambiar desde que tuvieron su primer amor. Sus ideas sobre la conexión, la cercanía y las relaciones se vuelven totalmente diferentes.
Tenemos que pasar por momentos difíciles, por altibajos, por la destrucción de los estados anteriores que hemos vivido, y entonces podremos valorar nuestras relaciones.
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En resumen, después de conocernos, tenemos que aprender mucho sobre nosotros mismos, pasar por experiencias positivas y negativas alternadas y encontrarnos con estados de desesperación en el proceso, y entonces entenderemos cómo construir una vida en la que nos esforcemos únicamente por las relaciones positivas. Tenemos que acumular un arsenal de diversas sensaciones y estados negativos, y solo después podemos evitarlos. Es como almacenar armas durante un período, entrar en una guerra y luego arrojar las armas a un lado después de la guerra.
Al igual que ocurre con los socios, también ocurre con la humanidad en general. La humanidad está acumulando ahora diversas armas, y entonces comprenderá que deben ser desechadas. Todas las guerras tienen lugar con este propósito.
No puede haber bien sin el reconocimiento del mal, ya sea en nuestra vida individual, entre parejas o en el mundo en general.
Por lo tanto, el consejo para las parejas jóvenes es que mantengan conversaciones muy largas y molestas entre sí, en las que cada miembro de la pareja derrame todo lo que piensa sobre su compañero, como si fueran dos investigadores, y poco a poco, podrán llegar a un estado en el que se exploren mutuamente a sí mismos y al otro.
La vida se vuelve entonces interesante. Se convierte en una investigación de cómo podemos mejorar nuestras relaciones de un día para otro, cómo cambiarlas para acercarnos continuamente, y tratamos regularmente de descubrir las cualidades del otro, sus sentimientos y la relación en general de la forma más vibrante posible.
Por el momento, este tipo de relaciones tardan mucho tiempo en construirse, digamos unos cincuenta o sesenta años, pero llegará el momento en que todas las personas vivan de esa manera. Hasta entonces, tenemos que animar a las parejas jóvenes y a la gente en general a pasar por una forma de educación que les enseñe y anime a tratar las relaciones de forma similar a un laboratorio de investigación, en el que podamos buscar constantemente cómo mejorar nuestras relaciones, cambiándonos a nosotros mismos para acercarnos y conectarnos de forma más positiva por encima de todas las formas de destrucción que puedan surgir en nuestras vidas. De hecho, es posible y factible, y cuanto más se extienda este aprendizaje enriquecedor de la conexión en toda la sociedad humana, más rápido y fácil seremos todos capaces de progresar a través de todos los estados negativos con más conciencia y comprensión.
Basado en el vídeo “¿Garantiza tu primer amor un buen matrimonio?” con el cabalista Dr. Michael Laitman y Semion Vinokur. Escrito/editado por estudiantes del cabalista Dr. Michael Laitman.
¿Cuál es la base de las emociones negativas?
Primero debemos entender que las emociones negativas afloran para cambiarnos y llevarnos a un estado más positivo. Así como las enfermedades, son signo de que algo anda mal. Por ejemplo, si me duele el pie, no es que haya un problema en el pie, pero me muestra que hay cierto problema al que tengo que atender. Tengo que profundizar en el problema y ocuparme de él.
Por eso, las emociones negativas nos dicen que algo anda mal en nosotros, en nuestra familia, en la sociedad y en nuestras relaciones. Hoy, nublamos nuestras emociones negativas con ocio. Puede ser que se trate de viajes, entretenimiento, deportes, emborracharse, consumir drogas o ir a clubs, las emociones negativas se han vuelto tan fuertes que la gente siente necesidad de olvidarlas y suprimirlas y el ocio se ha convertido en la solución más buscada.
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De hecho, si recurrimos tanto a olvidar y suprimir nuestras emociones negativas, muestra que no entendemos la causa raíz del problema. Las emociones negativas son síntomas de un problema más profundo que debemos diagnosticar con precisión, para curarnos de ellas.
La causa raíz de las emociones negativas, de hecho, es la causa raíz de todos los problemas a escala individual, social y global y, entre el hombre y los niveles mineral, vegetal y animal de la naturaleza. Desde el problema más pequeño hasta el peor desastre posible, todos nuestros problemas tienen su origen en nuestra naturaleza egoísta, que nos lleva a desear beneficio a expensas de los demás y de la naturaleza.
Mientras más evolucionamos, más crece el ego y más sentimos el estallido de todos los problemas. Por eso, sentimos muchas más emociones negativas hoy que en el pasado y podemos ver esos fenómenos en los crecientes casos de depresión, soledad, ansiedad, estrés, abuso de drogas y suicidio en el mundo. Eventualmente, llegaremos a un estado en el que las crecientes emociones negativas que vivimos nos harán preguntarnos por su causa más profunda y cada vez más, reconoceremos nuestra naturaleza humana egoísta como su causa.
El problema con nuestra naturaleza egoísta no es que queramos divertirnos. Sino que queremos divertirnos a expensas de los demás, y al hacerlo, los dañamos y solo así sentimos que ganamos. Hasta que corrijamos nuestro ego, cambiando el deseo de disfrutar a expensas de los demás por un deseo de disfrutar beneficiando a los demás, proceso que podemos implementar si mejoramos la forma en que nos educamos e influimos mutuamente, sentiremos más y más que las emociones negativas y otros problemas nos muestran que no estamos actuando correctamente y que desesperadamente, necesitamos cambiar.
Basado en el video “¿Por qué tenemos emociones negativas?” con el cabalista, doctor Michael Laitman y Nitzah Mazoz. Escrito/editado por estudiantes del cabalista, doctor Michael Laitman.
¿Quiero cambiar ¿qué tengo que hacer?
Si entendemos que el aspecto más importante de nuestra vida es estar con gente que nos comprenda, nos ayude, nos ame y nos aprecie, debemos apreciar esa actitud tanto como sea posible.
Al hacerlo, sacrificamos nuestro yo que siempre exige adaptarse a sí mismo y buscamos un enfoque en el que queremos aprender a amar a los demás. Si aquellos a quienes tratamos de amar también tienen el mismo objetivo, podemos desbloquear un sentimiento mutuo, verdaderamente notable.
El enfoque de aprender a amar debe irradiar en todo lo que hacemos y necesita ser nutrido. Aunque, desafortunadamente, no hay una educación así en la sociedad. Además, cuando envejecemos y comprendemos esa necesidad, ya no tenemos la fuerza para buscarla. Por eso, es imposible transmitir ese enfoque a la generación más joven. Nos ignoran y aunque lo intentemos, no podemos acercarnos a ellos.
Aún así, es necesario permear el aprendizaje de amar tanto como sea posible, en literatura, escuelas, medios de comunicación y entretenimiento. Que la sociedad se sature de aprendizajes que enriquezcan la conexión. Así, tendremos amor mutuo.
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Basado en el video “Cómo cambiar yo y no tratar de cambiar a otros, para encontrar satisfacción” con el cabalista, doctor Michael Laitman y Semion Vinokur. Escrito/editado por estudiantes del cabalista, doctor Michael Laitman.
¿Por qué nos comparamos con los demás?
Estamos hechos del deseo de disfrutar y disfrutamos a costa de los demás. Eso es el ego humano y nos ayuda a sentirnos en comparación con los demás. Cuando nos comparamos con los demás, nos separamos de ellos y deseamos ser superiores, controlarlos y reprimirlos.
Esto no existe en los grados mineral ni vegetal ni animal de la naturaleza, solo en el nivel humano. Físicamente, estamos en el nivel animal, pero nuestro deseo e inclinación internos, pertenecen a un grado superior llamado «humano» o «parlante». En ese nivel, deseamos tragarnos el mundo entero.
Las rocas, las plantas y los animales, es decir, los niveles; mineral, vegetal y animal, no tienen el deseo de hacer que otros se inclinen, como lo hacemos los humanos. Somos los únicos que tenemos ese problema. Desperdiciamos la vida en ello, queremos satisfacer nuestra inclinación y deseo y la naturaleza nos obliga a hacerlo.
Si no nos comparamos, no sentimos que existimos. Seríamos como cualquier animal, que vive el momento y no tiene deseos adicionales. Nosotros, sin embargo, tenemos un grado superior llamado “inclinación al mal”, ego humano que se compara con los demás y desea ser superior. Por un lado, se le llama “maldad”, por otro, empuja a la humanidad a progresar y probar cosas diferentes, para encontrar satisfacción. Sentimos que tenemos que entenderlo, de lo contrario no sentimos que existimos.
Basado en el video “¿Por qué nos comparamos?” con el cabalista, doctor Michael Laitman y Nitzah Mazoz. Escrito/editado por estudiantes del cabalista, doctor Michael Laitman.
¿Por qué se está deteriorando el mundo?
El mundo está empezando a entender dónde está. Estamos empezando a estar de acuerdo en que el futuro no será mejor de lo que es hoy y la siguiente generación estará mucho peor que nosotros.
Hemos pasado nuestro período pico de progreso corporal y actualmente estamos en un período de retiro, sin que nada bueno nos espere en el futuro.
Así, veremos fenómenos cada vez más negativos en todos los ámbitos, como aumento de depresión, soledad, ansiedad, estrés, abuso de drogas, tasa de suicidio y una atmósfera general de desesperación.
Hoy, cada vez es más común ver a nuestros hijos y pensar: “¡Qué pena que hayan nacido! ¡Mira el mundo en el que están creciendo! ¿¡Qué mundo les vamos a dejar!?” Por eso, debemos aprender lo que nos depara el futuro y hacerlo muy rápido.
Los cabalistas escribieron sobre el gran período de transición en el que está nuestro mundo desde hace tiempo y describieron la solución integral para mejorar la vida: un método para conectarnos positivamente por encima de nuestros crecientes impulsos egoístas y divisivos.
Por eso, el mundo se está deteriorando, nos muestra que la forma actual en la que vivimos -en creciente desapego interior de los demás-, no nos lleva a nada bueno y que cambiar la dirección a un rumbo positivo, depende solo de derribar los muros que nos dividen. Al conectarnos descubriremos un futuro mejor.
Basado en el video “Por qué el mundo se está deteriorando” con el cabalista, doctor Michael Laitman. Escrito/editado por estudiantes del cabalista, doctor Michael Laitman.
¿Debería tratar de aumentar mi ego o mantenerlo bajo control?
Debemos conocer la meta final que estamos destinados a alcanzar y que el ego se desarrolla dentro de nosotros para ayudarnos a alcanzarla. Se desarrolla en nosotros para que podamos usarlo correctamente y con consciencia, podamos progresar hacia la meta final que está frente a nosotros. En otras palabras, necesitamos entender e investigar el propósito de la creación.
¿Cuál es el propósito de la creación? Nos corresponde parecernos a la naturaleza en el nivel en el que el ego tiene el control, porque el ego, en realidad nos saca de los niveles inanimado, vegetal y animal. Hace algo muy extraño de nosotros, por un lado, controlamos la naturaleza, por otro, dependemos de ella.
Aquí tenemos un problema. ¿Para qué nos dieron un ego tan grande? Por un lado, se supone que el ego nos eleva por encima de todos. Por otro, vemos que el desarrollo del ego nos lleva a los estados más bajos e innobles.
En esa coyuntura llega la sabiduría de la Cabalá que explica que debemos usar el deseo de recibir, el ego, de manera muy especial. Por un lado, sentimos el deseo de reprimir y controlar a todos, por otro, tenemos que trabajar al revés, reprimimos y controlamos.
Y veremos al ego como ayuda hacia el estado superior al que aspiramos. Es como si quisiera matarnos, luchar y controlar a todos. Vemos que es malo para nosotros y por eso nos controlamos. Este control sobre el ego nos eleva por encima de él y nos ata a la naturaleza. Así, al tratar de controlar el ego, alcanzamos un estado en el que realmente nos convertimos en maestros, como la naturaleza misma. Incluso llegamos a ser más grandes de lo que nos creó la naturaleza, porque la naturaleza nos creó en ego, como está escrito, «Creé la inclinación al mal» y nos elevamos por encima del ego a un grado más alto, el de la naturaleza misma: la fuerza. que creó el ego.
Hablamos del ego como la fuerza de recepción y separación, una fuerza que nos hace desear disfrutar a expensas de los demás; y describimos la naturaleza como la fuerza ilimitada de amor, otorgamiento y conexión. Cuando hablamos de elevarnos por encima del ego a un grado superior, hablamos de volvernos similares a la fuerza altruista de la naturaleza. Hacerlo nos lleva a albergar una combinación de estas dos fuerzas dentro de nosotros, la fuerza egoísta natural y la fuerza superior de la naturaleza, que desarrollamos por encima. Así, logramos ver el mundo de un extremo al otro, ver y sentir y controlar todo en dirección del beneficio de la humanidad y de la naturaleza.
Basado en el video “Cómo navegar un gran ego” con el cabalista Dr. Michael Laitman. Escrito/editado por estudiantes del cabalista Dr. Michael Laitman.