Nosotros debemos entender que el futuro está en nuestras manos. Nosotros somos los que lo determinamos. Si nos sentamos sin hacer nada, nada sucederá. No debemos pensar en nosotros mismos; debemos preocuparnos por averiguar cómo traerles a las personas el método de corrección y comenzar a cumplir con este.
La diseminación, en sí misma, es en realidad el cumplimiento. Esto se debe a que la persona cambia, cambian sus pensamientos y deseos, y su actitud hacia el mundo, y entonces, ella ya otorga. No son las acciones físicas lo que es importante aquí, sino los cambios internos que afectan al sistema espiritual que gobierna al mundo.
Entonces, yo invito a todo el que esté con nosotros a acercase, y lo que es más importante a invertir en diseminación. Hoy, esto le concierne primero a Israel. Podemos «endulzar» la situación económica y el estado de seguridad sin esperar a que ocurran los desastres.
En realidad, incluso viendo nuestras lecciones como un impacto. Después de todo, mediante eso la persona «absorbe» la idea de Baal HaSulam y toda la cadena de cabalistas que descienden hacia ella desde la fuerza superior. Ella aprende acerca del sistema de la creación y de los principios que ésta opera y mediante las cuales ella es operada, y así participa en el proceso de su propio libre albedrío hasta cierto punto, y esta es su inversión.
Pregunta: Hoy existen muchas personas con influencia entre los espectadores de nuestro canal de TV en Israel, personas que están entre los que toman decisiones en el país.
Respuesta: Ellos en realidad no deciden nada. Las decisiones vienen enteramente del Creador, de la Luz, pero podemos ser incorporados ahí hasta cierto punto y tener un impacto.
En cualquier caso, nadie determina nada en este mundo. El plan es muy simple. Nosotros, los humanos, estamos por debajo, y encima de nosotros está la fuente de Luz que trae el otorgamiento. Podemos otorgarle al Creador de acuerdo a la ley de equivalencia de forma (∾). Entonces la Luz que llega da un giro y ya la sentimos de forma diferente. Nosotros elevamos el MAN y le pedimos al Creador que nos dé la preparación y disposición para recibir Su Luz para ser compatibles con Él.
La Luz es el dador y yo soy quien recibe. Yo le pido que Él me deje otorgar un poco. Si no puedo otorgar realmente, entonces quiero al menos la adaptabilidad mínima, de manera que exista una conexión entre nosotros, para que no seamos opuestos unos de otros.
Esta es la petición por la corrección que yo elevo. Entonces, comenzamos a actuar, a conectarnos. Así, cooperamos con la Luz.
Sin embargo, cuando no elevamos el MAN, la Luz nos trae sufrimiento y se convierte en oscuridad y terribles sufrimientos.
No hay otra fuerza sino la Luz, pero esta opera en nosotros desde adelante o mediante su parte posterior. Esto significa que todo depende de cómo la recibamos. Nuestra acción está en prepararnos para recibirla correctamente. Depende de la persona y del grado hasta el cual entienda, sienta, y esté lista para avanzar. Eventualmente, nuestra consciencia debe crecer.
De verdad espero que más personas nos escuchen y aprendan lo que tenemos que decir. Nuestros sitios de internet y nuestro canal de TV podrían hacer el trabajo, y no necesitaremos buscar otros canales con el fin de llegarles a las personas.
(100404 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 14 de Febrero del 2013, «Un discurso para la conclusión del Zóhar»)
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