Pregunta:
¿Dónde se encuentra la línea en la que usted como maestro, no puede interferir y quitar la libertad de elección del estudiante?
Respuesta:
En nuestro trabajo espiritual, siempre hay estos problemas, donde literalmente a cada minuto, decidimos cómo actuar correctamente y qué pensamientos e intenciones están. No puedo interferir con esto.
Yo observo el estado de mis estudiantes, y a veces soy muy empático con ellos. Me preocupan y me duelen, así como a una madre cuando su hijo está seriamente enfermo y no puede hacer nada para ayudarlo, excepto darle la medicina. Pero en principio, tiene que tomar incluso las píldoras más amargas y superar esta enfermedad.
Cuando traía mis problemas al trabajo espiritual con Rabash y le preguntaba ¿Qué debo hacer?, él se reía en mi cara, porque yo los tenía que resolver por mi mismo.
Pregunta:
La persona intenta calmarse acudiendo al maestro. Sin embargo el maestro le dice, “Lo siento, no puedo decir nada”. ¿Sabe el maestro qué es lo correcto para el estudiante, pero no se lo dice?
Respuesta:
Seguro que lo sabe. El grado superior cubre perfectamente al inferior. Todo lo que existe en el grado inferior, lo experimenta sin problema el superior. Es el grado superior, el que siente lo que sucede en el estudiante. El maestro siente el contenido espiritual del estudiante, mientras que el estudiante mismo, ni sabe ni entiende lo que le está pasando.
Pregunta:
Entonces, ¿Estamos ante usted como bebés desnudos?
Respuesta:
Sí, como un bebé en los brazos de su madre. En el sentido espiritual, por supuesto.
¿Pero qué se puede hacer? Este bebé se tiene que desarrollar de acuerdo a sus propias leyes. Solo puedo ayudarle en lo mínimo, porque todo el desarrollo espiritual de la persona, es resultado de sus propios esfuerzos.
Hay que asegurar que existan las condiciones más apropiadas para este desarrollo, como una madre da el alimento y el calor al niño, lo baña, lo lleva a dormir, etc. Todo lo demás, depende de él.
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